miércoles, 28 de octubre de 2020

EFECTOS DE LA PREOCUPACIÓN SOBRE EL CEREBRO

¿Cómo afecta la preocupación al cerebro?
Estrés, ansiedad, cansancio permanente, falta de energía, pesimismo...
El modo en que afecta la preocupación al cerebro es tóxica, llevamos al límite todos nuestros recursos emocionales hasta experimentar una sensación de amenaza constante.
El modo en que afecta la preocupación al cerebro puede resumirse en una palabra: tóxica.
Así, y aunque esta realidad psicológica no sea más que una emoción natural cuando percibimos una amenaza, en realidad, muchas de nuestras preocupaciones son infundadas y hasta obsesivas, llevándonos a estados de gran agotamiento en los que perdemos la energía, el ánimo y todo atisbo de motivación.
Algo que sabemos bien desde un punto de vista psicológico es que los efectos de preocuparse demasiado pueden ser incluso más peligrosos que aquello que realmente nos preocupa.
Parece un juego de palabras, pero en realidad va más allá. Cuando derivamos en esos estados en los que el estrés intensifica y distorsiona hasta el más mínimo detalle, todo acaba fuera de control, tomamos las peores decisiones y el malestar emocional se intensifica.
Un ejemplo, cuanto más nos obsesionemos por nuestra mala calidad del sueño, más insomnio padeceremos.
Cuanto más nos preocupemos por mostrarnos eficaces y perfectos en nuestro puesto laboral, más fallos llegaremos a cometer.
Así, cuanta más presión le provoquemos a nuestra mente, peor responderá nuestro cerebro. Agotaremos todos sus recursos, más fallos de memoria tendremos y más agotados nos sentiremos. 

No nos pre-ocupemos
Carinos y sonrisas
Irene







domingo, 25 de octubre de 2020

CAMBIEMOS EL “NO VOY A PODER” POR UN ” LO VOY A INTENTAR!

No nos aproximemos cada situación nueva con miedo. Escuchemos esa voz en el interior que constantemente nos dice “no vamos a ser bueno con eso, ni lo intentemos” o tal vez escuchemos la voz diciendo “va a ser muy difícil, no vas a poder”.
El pensamiento *no voy a poder" es un pensamiento negativo sobre nosotros mismos y el valor que nos estamos dando.
Por que no vamos a poder? no lo hemos intentado?
Esa voz interna no es adivina y solo habla desde la casa del miedo.
Entonces, ignoremos esa voz, y digamos “lo puedo intentar” “lo puedo hacer” y “puedo darle mi mejor intento”.
Intentémoslo, tratemos, por que tal vez nos llevemos una sorpresa y descubramos algo nuevo de nosotros.
Tal vez que si lo podemos hacer, tal vez que tuvimos una experiencia nueva y aprendimos algo.
Si lo intentamos y no lo logramos que pasara? nada, igual se nos subirá el autoestima por que tratamos algo nuevo, por que no nos dejamos llevar por el miedo y por que tuvimos el coraje de darnos la oportunidad de crecer como persona.
Cariños y sonrisas
Irene














Ha

viernes, 23 de octubre de 2020

RECOMENDACIONES PARA LA SITUACIÓN ACTUAL

-Preguntarse si el problema tiene solución. ...
-Aceptar la incertidumbre. ...
-Desafiar los pensamientos de ansiedad. ...
-Ser consciente de cómo otros nos afectan. ...
-Practica la atención plena.
La respuesta está en aprender a preocuparnos mejor. 
De lo contrario, tal y como nos explican en un estudio llevado en la Universidad de Cambridge corremos el riesgo de derivar en un trastorno de ansiedad generalizada.
Para lograrlo, para aprender a preocuparnos mejor es adecuado recordar los consejos del destacado psicólogo Albert Ellis. 
Analiza tus pensamientos irracionales. Aunque no lo creas, cerca del 80 % de tus preocupaciones son desmesuradas y no tienen una base lógica.
Habla sobre tus emociones, ponles nombre, desahógalas, sácalas a la luz. 
Es posible que te estés preocupando en exceso por tu trabajo porque, en realidad, te sientes insatisfecho, porque no eres feliz, porque no te satisface. Profundiza en esas ideas.
No tomes decisiones basándote solo en tu estado de ánimo. Antes de decidir y actuar, aplica la calma y pasa cada pensamiento por el filtro de la razón. 
Las emociones son importantes, pero si estas se unen con el razonamiento pausado y centrado, de ese modo actuarás siempre con mayor acierto.
Para concluir, sabiendo cómo afecta la preocupación al cerebro, aprendamos a ser más proactivos. Evitemos caer en esos ciclos de sufrimiento y hagamos uso de enfoques más saludables y razonables.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 20 de octubre de 2020

ESTRÉS Y SITUACIÓN SOCIAL ACTUAL


Voy a volver a publicar un artículo que hoy está más vigente que nunca.
Es un hecho comprobado que los cambios pueden generar periodos de estrés intenso.
Una mudanza, un cambio de trabajo, la muerte de un ser querido o incluso la maternidad, pueden afectar negativamente la salud mental de las personas.
Pero, ¿Qué pasa cuando estos cambios se alejan de la esfera individual y se transforman en un fenómeno colectivo?
Qué duda cabe, en los últimos meses los chilenos, y en general casi todos los sudamericanos, han vivido días alejados de la normalidad. 
Desde las grandes movilizaciones sociales exigiendo cambios, a la violencia y saqueos de grupos descolgados a la represión; los incendios, del bombardeo mediático a las no-verdades de redes sociales y la incertidumbre. Y sumémosle cosas que no había cuando publiqué este artículo: pandemia y cuarentena  
Un alto número de personas están sufriendo trastornos de salud mental por estos días.
Psicólogos explican que muchos perciben un sentimiento de incertidumbre que puede ser detonante de cuadros depresivos, de ansiedad y estrés post traumático, siendo este último el que más se presenta..
“Lo primero que se siente es temor, miedo o desesperanza, pero también aparecen algunos síntomas físicos como sudoración, taquicardia, intranquilidad, dificultad para conciliar el sueño o despertar durante la noche”.
La ansiedad es un sentimiento de recelo, nerviosismo o miedo. 
La fuente de este desasosiego no siempre se sabe o se reconoce, lo cual puede aumentar la angustia que uno siente.
El estrés es una parte normal de la vida activa y puede ayudar a ser más productivo. 
Sin embargo, demasiado estrés o una respuesta fuerte al estrés es dañina.
Esto puede predisponer a tener una salud general deficiente, al igual que enfermedades físicas y psicológicas específicas como infección, cardiopatía o depresión.
El estrés persistente puede llevar a que se presente ansiedad y comportamientos malsanos como comer demasiado y consumir alcohol o drogas.
Los estados emocionales como aflicción o depresión y problemas de salud como la hiperactividad de la tiroides, bajo nivel de azúcar en la sangre o un ataque cardíaco también pueden causar síntomas similares al estrés.
La ansiedad a menudo se presenta acompañada de síntomas físicos tales como:
Dolor abdominal (puede ser el único síntoma de ansiedad, especialmente en un niño)
Diarrea o necesidad frecuente de orinar
Mareo
Resequedad en la boca o dificultad para deglutir
Dolores de cabeza
Tensión muscular
Respiración rápida
Frecuencia cardíaca rápida o irregular
Sudoración
Temblores
Algunas veces, otros síntomas acompañan a la ansiedad:
 Disminución de la concentración
Fatiga
Irritabilidad, incluyendo perder los estribos
Problemas sexuales
Dificultad para dormir y pesadillas
Nombres alternativos: Ansiedad, Estrés, Tensión, Recelo, Sentirse nervioso, Nerviosismo.
Lo primero que hay que hacer es recurrir a un apoyo psicológico, que puede ser un profesional o personas preparadas para ejercer este apoyo
Carinos y sonrisas
Irene

miércoles, 14 de octubre de 2020

LA COMUNICACIÓN CON LOS AMIGOS, LA PAREJA, CON LA FAMILIA EN PANDEMIA

La comunicación es el eje fundamental para que toda situación quede bien resuelta y sea positiva para todos los personas que intervenimos en ella. Ya sea con un a
migo, con un compañero de trabajo, con nuestro jefe, nuestra pareja… Es lo que llamamos comunicación efectiva. 
Ahí entran muchos factores (el entorno, tipo de relación, estado emocional desde el que hablo, el momento en que me emito el mensaje, el lugar… y por supuesto lo mismo para el que recibe el mensaje).
Dada la situación actual mundial que estamos viviendo por el covid-19 y el aislamiento, nuestros pensamientos definen mucho cómo afrontaremos el día de hoy y como saldremos de ello cuando ésto pase. 
Los pensamientos son la suma de las palabras. 
Tenemos un diálogo interno continuo (lo que nos decimos a nosotros mismos) que va a ser detonante de la comunicación con el resto (palabras, tono, gestos….). 
Pregúntate de qué palabras alimentas generalmente tus pensamientos, si son más optimistas o pesimistas (no se, no puedo, no soy capaz, que pensarán de mí, difícil, imposible…)
Llevándolo a la sobreinformación que estamos teniendo ahora mismo. ¿Cómo se queda tu ánimo (sentimientos) después de escuchar el noticiero o leer prensa? 
Te quedas más con palabras como muerte, infectados, contagiados, riesgo, …O te quedas más con palabras como solidaridad, ayuda, voluntarios, buena gestión…
¿Cómo lo 
maneja tu cerebro, cuál es tu emoción predominante y tu comportamiento?
Hay muchos estudios sobre optimismo que demuestran sus beneficios positivos. Para uno mismo y para su entorno.
El optimismo (o la falta de él) se refleja en todos nuestros mensajes (conscientes e inconscientes) y ahora más que nunca además en los mensajes. 
Algunas de las palabras negativas y pesimistas que vemos que se usan con frecuencia en los correos electrónicos o WhatsApp incluyen: malo, desafíos, queja, preocupación, conflicto, difícil, error, falla e imposible.
Pregúntate si usas regularmente 
alguna de esas palabras. Y luego, revisa algunos de tus propios mensajes recientes para encontrar algunas palabras negativas o pesimistas que usas habitualmente y no facilitan la comunicación efectiva.
Vuelve a escribirlos y esta vez, exprésate con un lenguaje más optimista (no lo vamos a reenviar pero sí notarás el cambio en tí mismo y te servirá para tomar conciencia y hábito).
Tener más optimismo no solo mejorará tu satisfacción personal sino que l
as investigaciones científicas han demostrado que el optimismo puede ayudar a reducir el estrés de una persona.
A su vez, a menudo conduce a niveles más bajos de preocupación y ansiedad. 
Y esos son beneficios que cada uno de nosotros debería esforzarse por obtener y compartir con el resto.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 13 de octubre de 2020

QUE ENTENDEMOS POR PERDÒN


Estas son las definiciones dadas por la real academia:
1. m. Acción de perdonar.
2. m. Remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente,
3. m. indulgencia (? remisión de los pecados).
4. m. U. para pedir disculpas.
5. m. U. para interrumpir el discurso de otra persona y tomar la palabra.
6. m. U. en forma interrogativa para expresar que no se ha entendido algo.
Vamos a centrarnos en la definición 2 y 3, lo que nos lleva al significado de la palabra remisión, esta a su vez a remitir y dentro de sus significados vamos a mencionar el que nos interesa:  2. tr. Perdonar, alzar la pena, eximir o liberar de una obligación.
Perdonar tiene un objetivo de “liberar”, no solo al perdonado sobre la falta en cuestión, sino a  nosotros, las víctima o los ofendidos, porque cuando perdonamos y perdonamos a todos los niveles, racional y emocional, nos liberamos de ese resentimiento.
Podemos así transformar y dirigir toda esa energía autodestructiva que consume tanto, hacía otra relación distinta o hacía otra área de su vida que nos proporcione satisfacción.
Cariños y sonrisas
Irene



lunes, 12 de octubre de 2020

PORQUE ES TAN IMPORTANTE PERDONAR?

¿Para qué perdonar?
 Para desechar todo aquello que interfiere en nuestro bienestar, en definitiva para vivir como un ser autónomo, libre y mas feliz

Esto significa que aquellas faltas cometidas por personas de tu entorno deben ser tenidas en cuenta, sacar esa rabia para que no sea destructiva para nosotros y para otros y evitarlas en el futuro.
Sin embargo, es 
imprescindible que una vez que se han tomado las medidas y se ha trabajado sobre ellas, para poder establecer nuevas metas o nuevos apegos, es  perdonar esas faltas.
La situación donde el perdón se hace más importante e imprescindible y en ocasiones más difícil, es en el duelo terapéutico.
Cuando decide despedirse de una relación, especialmente si es de pareja, amistad o familiar y esa persona ha sido muy importante en su vida, y surgieron desacuerdos que hacían imposible ya la relación, el perdonar “de corazón”, el renunciar al resentimiento o a la fantasía de la venganza, supone una de las partes más duras.
Es cierto que cuando se recibe una agresión ya sea intencional y peor aún premeditada, es injusto, nos han herido y las heridas duelen, especialmente sino se cicatrizan bien.
Sin embargo seguir manteniendo ese dolor por nuestro “derecho de justicia” nos convierte en ratones de nuestro propio laberinto, porque nunca seremos capaces de salir de él.
Es un circulo vicioso, intentemos convertirlo en un  circulo virtuoso
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 5 de octubre de 2020

GUÍA PARA SEGUIR ''SOPORTANDO'' EL ENCIERRO VOLUNTARIO U OBLIGATORIO SEGÚN LA ZONA

Te traemos una guía para pasar este tiempo sin ansiedad dentro de tu casa debido al coronavirus. 
Son 12 ideas que te ayudarán a sobrellevar esta reclusión en forma saludable tanto psicológica como físicamente.
Recuerda que debes hacer la cuarentena por tu propio bien, por nuestros mayores y por nuestras familias. ⠀
1. Planifica tu horario
Lo primero que debes hacer, por si todavía no lo estás haciendo, es establecer unas rutinas diarias con un horario establecido. Coge lápiz y papel y haz un horario dónde debes introducir las actividades que vas a realizar a lo largo del día durante toda la semana.
2. Habla con los demás
Es muy importante hablar con otras personas, compartir tus pensamientos y expresar tus sentimientos. 
Hablar con amigos, familiares y vecinos por teléfono, videoconferencia, ventana, etc..
Evitar hablar del coronavirus y de sus posibles consecuencias. Existen todo tipo de temas para conversar, así que antes de establecer contacto piensa de qué te apetece hablar.
Si ves la televisión procura seleccionar programas de entretenimiento, películas, documentales, series… 
4. Diviértete
Busca espacios para el ocio en tu día a día. 
Seguramente tienes muchos gustos y aficiones como la lectura, el cine, la música, la cocina, la pintura, el bricolaje, las manualidades, etc.
Escoge las que más te gusten a ti y lo que más fácil te sea hacer dentro de casa y con las herramientas, útiles e ingredientes que tengas. 
Si no tienes que teletrabajar tienes muchas horas durante la jornada para practicar aficiones que tenías abandonadas por falta de tiempo.
5. Juega
Dedica todos los días un rato a jugar. 
No importa a qué juegues: una partida de videojuego, a las cartas, a las adivinanzas.  
Ya verás como tras ese ratito de juego tu mente lo agradece y te diviertes más de lo que pensabas.
6. Aprende
El día tiene muchas horas y vas a tener mucho tiempo para aprender cosas nuevas. 
Ya sea en libros, manuales o en la red, seguramente puedas ampliar tus conocimientos sobre los temas que más te interesan.
(meditación, cocina, idiomas, nuevas tecnologías, arte, etc.)
7. Aliméntate bien
Es muy importante que mantengas una alimentación lo más saludable posible para fortalecer tu sistema inmunitario y mantener un estado de ánimo positivo: 
Proteinas de calidad, verduras y frutas para así nutrirte de vitaminas y minerales. 
No deben faltar en tus comidas carnes, pescado, verduras, aceite de oliva y fruta fresca. 
Y aprovechar esta cuarentena para probar nuevas recetas de cocina que nunca tenías tiempo de hacer.
8. No picotees
Huye del picoteo de salado o dulce, aunque tengas la cocina a pocos metros. 
La comida procesada y el picoteo a cualquier hora genera más ansiedad, más tristeza, peor salud y más kilos.
9. Muévete
Todos los días debes practicar ejercicio físico.
No te pongas excusas y muévete. 
Da igual si andas por el pasillo, haces una tabla de gimnasia o te pones a bailar. 
Lo importante es moverte cada día. 
Y si eres de las que quiere paz y tranquilidad, lo mejor es hacer una clase de yoga o pilates.
10. Medita
Meditar cada día unos 10 minutos te ayuda a relajar tu cuerpo y tu mente y te aporta más claridad de pensamiento. 
Intenta meditar aunque no sepas hacerlo.
Existen meditaciones guiadas en internet que te pueden ayudar a empezar con la meditación. Y no, no es necesario poner la mente en blanco, sino ser consciente del aquí y del ahora.
11. Respira 
Si todavía no sabes practicar la respiración para calmar la ansiedad ahora es el mejor momento para aprender.
Con ejercicios de respiración puedes serenar tus pensamientos negativos, reducir tus pulsaciones y recuperar un estado de ánimo tranquilo.
12. Descansa
Si quieres mejorar tu ansiedad en la cuarentena debes descansar.  
Si puedes aumentar esas horas de sueño, mucho mejor, ya que aumentarás la capacidad del cuerpo a recuperarse de la fatiga mental.
Eso sí, no te pases el día durmiendo!
Cariños y sonrisas
Irene

sábado, 3 de octubre de 2020

EL BUEN DESCANSO AUMENTA LAS DEFENSAS


Hay lugares que ya han salido de la cuarentena obligatoria, pero otras como el mío, que todavía estamos "encuarentenados" por lo que volveré a insistir en la necesidad de descansar bien.
Muchas personas están durmiendo menos de lo habitual, les cuesta mucho quedarse dormidos o levantarse, o tienen sueños muy vívidos en los que se sienten atrapados o perdidos.
Se trata de reacciones naturales del cuerpo, que se encuentra en un estado de alerta frente a los cambios que vivimos.
Para prevenir estos problemas, diversos especialistas opinan sobre cuáles son las mejores rutinas a nuestro alcance para recuperar el sueño y descansar bien.
Establecer horarios fijos: en estos momentos es muy importante que establezcamos unas rutinas para conseguir un buen descanso. 
“Esto incluye unos horarios de levantarnos y acostarnos que sean estables, además de tener un horario de trabajo y diferenciarlo muy bien del de ocio o el de estar con la familia”.
Es mejor evitar las siestas, o bien limitarlas a un máximo de veinte minutos. 
Se aconseja establecer unas rutinas diarias, que incluyen poner el despertador, asearse, vestirse y arreglar la habitación al levantarse.
Exponerse a la luz natural
La luz natural es uno de los mayores reguladores del sueño, ya que tiene un impacto directo sobre nuestro reloj interno.
“el reloj interno está controlado en gran medida por la hormona melatonina. Los receptores en nuestros ojos son sensibles a la luz azul y le indican al cerebro que es de día, es hora de estar alerta y despertarse”.
Por eso, durante el confinamiento es fundamental exponerse a la luz. 
En caso de tener balcón o terraza, “es recomendable pasar al menos dos horas al día en ellos para que esta luz sincronice nuestro reloj biológico y favorezca el descanso nocturno”. Si eso no fuera posible, se recomienda estar cerca de una ventana.
Ejercicio físico, baños calientes y buena dieta
El ejercicio físico también es muy importante para favorecer el descanso nocturno, ya que este ayuda a regular los ritmos de los ciclos de sueño y vigilia. 
Las duchas o baños de agua caliente, por su lado, también permiten aumentar la temperatura del cuerpo antes de ir a dormir, lo que nos puede favorecer el sueño. 
Y, por último, también es importante seguir una dieta equilibrada y evitar el consumo de cafeína en las últimas horas del día, especialmente si tenemos problemas de conciliación del sueño.
Evitar los dispositivos electrónicos
Otro punto clave para dormir mejor es limitar el uso de los dispositivos electrónicos en las horas previas al sueño, ya que estos nos estimulan y van a hacer que nuestro descanso sea más pobre. 
Estos dispositivos, emiten una luz azul que envía un mensaje contradictorio al encéfalo”.
Tambien las actividades en línea como el cuidado de los contactos sociales o la recuperación de noticias pueden evitar que nos quedemos dormidos”. 
Lo ideal es hasta una a dos horas antes de acostarse”.
Leer y escuchar música
“Antes de dormir, también debemos intentar desconectar de las preocupaciones del día a día, limitarlas y sustituirlas por un ritual relajado, por ejemplo, una lectura monótona que favorezca la relajación previa al sueño y mejore nuestro descanso nocturno”
Otras recomendaciones incluyen escuchar música calmada -especialmente canciones de entre 60 a 80 pulsaciones por minuto- o sonidos de la naturaleza, que nos pueden relajar sin darnos cuenta y, por extensión, ayudarnos a mejorar nuestro sistema inmunitario. 
Porque necesitamos entre siete y nueve horas de sueño y descanso cada día, ya que, “si descansamos poco o de forma irregular, somos mucho más susceptibles a contraer enfermedades e infecciones”.
Cariños y sonrisas 
Irene