Asociamos estas palabras con algo desagradable, que nos cuesta trabajo y que implica un esfuerzo.
“Tengo que trabajar”, “tengo que estudiar”, “tengo que organizarme”.
Denota una obligación.
Nunca decimos, “tengo que ir a la playa y divertirme”, o “tengo que faltar a la escuela”. Los primeros ejemplos requieren de un esfuerzo, y hay una batalla interna para poderlo lograr.
Es más, se siente un peso encima cuando digo cualquier cosa con “tengo que”.
Podemos aligerar nuestras obligaciones engañando a nuestra mente y cambiar “tengo que” por “quiero” y veremos que hay ligereza y sentiremos que logramos las cosas con mayor facilidad.
“Quiero trabajar”, “quiero estudiar” (no hay lucha) y lo podremos lograr mucho más rápido y con menos esfuerzo.
Eso de engañar a la mente se puede hacer con frases que den un sentido a la acción.
Ej. Yo trabajo para ….., Yo estudio porque …..
Pongámoslo en práctica!
Cariños y sonrisas
Irene
“Tengo que trabajar”, “tengo que estudiar”, “tengo que organizarme”.
Denota una obligación.
Nunca decimos, “tengo que ir a la playa y divertirme”, o “tengo que faltar a la escuela”. Los primeros ejemplos requieren de un esfuerzo, y hay una batalla interna para poderlo lograr.
Es más, se siente un peso encima cuando digo cualquier cosa con “tengo que”.
Podemos aligerar nuestras obligaciones engañando a nuestra mente y cambiar “tengo que” por “quiero” y veremos que hay ligereza y sentiremos que logramos las cosas con mayor facilidad.
“Quiero trabajar”, “quiero estudiar” (no hay lucha) y lo podremos lograr mucho más rápido y con menos esfuerzo.
Eso de engañar a la mente se puede hacer con frases que den un sentido a la acción.
Ej. Yo trabajo para ….., Yo estudio porque …..
Pongámoslo en práctica!
Cariños y sonrisas
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Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas