No somos responsables de la felicidad de los demás, aunque los amemos. De la misma manera que los demás no son responsables de la de nosotros.
Nosotros no debemos complacer a los demás. Si lo hacemos es porque necesitamos el cariño o la aprobación de los demás.
Si amamos procuraremos ser nosotros mismos y no necesitar al otro. Elegiremos su compañía y compartiremos todas las cosas bellas de la vida. Contaremos el uno con el otro, para lo que la vida nos vaya deparando.
Nos amaremos de verdad.
Podemos acompañarnos. Podemos prestarnos ayuda. Podemos gustar de la compañía. Podemos elegirnos cada mañana.
Pero si no cuidamos de nosotros mismos, si no procuramos evolucionar en nuestro camino y realizarnos en la vida, no esperemos que nadie haga el trabajo por nosotros.
Nuestra felicidad es nuestra y solamente nuestra.
Y eso es una suerte, y una responsabilidad!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas