Para quitarnos de encima toda esa tristeza que nos desmotiva en estos momentos, que hace que cada día en vez de levantarnos con una sonrisa lo hagamos con una mueca de desilusión y que provoca que parezca que nuestra vida no tenga sentido es necesario poner en práctica algunas estrategias.
Las principales son aceptar la tristeza y no rehuir sus manifestaciones más propias, como puede ser el llanto o la introspección.
De nada sirve negarla y encapsularla o mandarla al destierro.
Es necesario que aceptemos que estamos tristes y, sobre todo, darnos el permiso para expresarla.
No importa si lloriqueamos, si lagrimeamos mucho, si queremos estallar en llanto.
Son necesarios esos momentos en la que la imagen que podamos proyectar pase a ser secundaria: la catarsis emocional pierde toda su función cuando se encuentra con muros fuertes y rígidos que no la permiten.
De nada sirve negarla y encapsularla o mandarla al destierro.
Es necesario que aceptemos que estamos tristes y, sobre todo, darnos el permiso para expresarla.
No importa si lloriqueamos, si lagrimeamos mucho, si queremos estallar en llanto.
Son necesarios esos momentos en la que la imagen que podamos proyectar pase a ser secundaria: la catarsis emocional pierde toda su función cuando se encuentra con muros fuertes y rígidos que no la permiten.
El llanto nos devuelve la paz, al punto de salida para recordarnos la importancia de cuidarnos.
Hacer deporte, comer sano, establecer unos horarios para comer y dormir, hablar con nuestros amigos…
En definitiva, aunque no tengamos ningunas ganas hacer esto, pues deseamos abandonarnos por completo, no está todo perdido.
Poco a poco, podemos ir introduciendo pequeños cambios que nos activen y que empiecen a motivarnos.
Hacer deporte, comer sano, establecer unos horarios para comer y dormir, hablar con nuestros amigos…
En definitiva, aunque no tengamos ningunas ganas hacer esto, pues deseamos abandonarnos por completo, no está todo perdido.
Poco a poco, podemos ir introduciendo pequeños cambios que nos activen y que empiecen a motivarnos.
Por último, no está de más buscar en parte de nuestras actividades una motivación intrínseca, un gusto por realizarlas más allá del resultado que puedan ofrecer. Así, tampoco podremos hablar de un tiempo perdido.
También, podemos apoyarnos en el Mindfulness, una actividad muy placentera y que nos ayudará a sobrepasar a lo que parece superarnos.
También, podemos apoyarnos en el Mindfulness, una actividad muy placentera y que nos ayudará a sobrepasar a lo que parece superarnos.
Pero, sin duda, la clave de todo esto está en acudir a un profesional cuando la situación supera nuestra capacidad para soportar el dolor o cuando nos sentimos tan aplastados por una carga que no encontramos palanca con la que levantarla.
Porque aunque ahora no creamos que nuestra situación pueda cambiar, toda tormenta ha terminado claudicando al sol.
Porque aunque ahora no creamos que nuestra situación pueda cambiar, toda tormenta ha terminado claudicando al sol.
“La lluvia cae porque la nube ya no puede soportar el peso. Las lágrimas caen porque el corazón ya no puede soportar el dolor”-Anónimo-
Cariños y sonrisas
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