jueves, 25 de octubre de 2018

AHORA SÍ, ¿QUÉ ES EL DESAPEGO?

El desapego mal entendido puede parecer puro egoísmo, pero nada más lejos de la realidad. Practicar el desapego no significa romper vínculos con todo aquello que es importante para mí, ni siquiera significa dejar de tener objetivos o de querer cosas. 
Más bien significa que aunque queramos algo, no lo necesitamos para vivir feliz.
Podemos querer una casa más grande, pero podemos a la vez aprender a apreciar la que tenemos, a valorar lo que tiene de bueno, a mejorar lo que no nos gusta, a agradecer la suerte de tener un techo y entender que aunque queramos una casa más grande, no la necesitamos para vivir. 
Esta casa que tenemos ahora, ya nos hace felices, cumple con todas nuestras necesidades. Tal vez, algún día me compremos una casa más grande, pero aún así, no habremos vivido solo pensando en eso, habremos disfrutado del camino. 
O tal vez, nunca la compremos y aún así seamos felices con lo que tenemos
Este es el poder del desapego, no dejamos de querer cosas o a personas, simplemente dejamos de aferrarnos a ello como si fuera lo único importante. 
Es andar mirando el camino y no el resultado. Los excesos nos ponen cadenas y no nos dejan ser libres.
En nuestras relaciones personales, el desapego es clave para nuestro bienestar. 
Podemos relacionarnos con el otr@ de una manera más libre, dejando espacios para la individualidad. 
Elijo al otr@ pero no lo necesito, preferimos estar con él(ella) pero puedo estar sin el otr@. 
Disfrutamos de compartir nuestro tiempo con el otr@, pero no vivo con el miedo a perderlo. 
El amor deja de ser necesidad para ser solo amor.
“Desapego es aprender a amar, a apreciar lo que tenemos y a involucrarnos en las relaciones de una manera más sana y equilibrada”

Cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas