1.-Llorar si tienes ganas.
La tristeza es una emoción como cualquier otra y tiene su función.
Tienes derecho a sentirte triste y llorar si lo necesitas.
Acepta tu momento y date tiempo.
No pasa nada, a veces la mejor forma de cambiar algo es aceptarlo y dejar de luchar contra ello.
No tenemos por qué sentirnos felices inmediatamente, todo proceso lleva su tempo.
2.-No juzgues lo que sientes.
El juicio que hacemos sobre nuestros sentimientos genera mayor malestar: «lo que se supone que debería sentir, lo que pensarán los demás, lo que pienso que soy por sentirme así…». Estar triste no nos afectaría tanto si no pensáramos que eso dice algo de nosotros y nos aferráramos a ello; podemos verlo como una emoción que, como cualquier otra, al igual que viene, se va.
3.-Focalizar en el presente.
“Lo hecho, hecho está”, parece fácil decirlo pero no podemos volver atrás para recuperar el tiempo ni cambiar el pasado.
Sin embargo sí que podemos focalizar nuestra atención y esfuerzo en ‘hoy’, para aprovechar el tiempo y cambiar el futuro.
4.-Buscar ayuda profesional.
No somos capaces de reponernos apoyándonos únicamente en nuestro entorno, que para colmo ahora sólo es virtual, pero eso no significa que no haya salida.
Igual que vamos al médico cuando nos duele el pie, ¿por qué no ir al psicólogo cuando nos duele el corazón?
Descubre cómo la terapia puede ayudarte a mejorar tu bienestar emocional y en este momento somos muchos los terapeutas que lo hacemos en forma virtual
Carinos y sonrisas
Irene
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Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas