CÓMO SOBRELLEVAR LA CUARENTENA EN PAREJAS CON PROBLEMAS DE BASE

Más que Riesgo País, Riesgo Divorcio: El aislamiento social obligatorio aleja la idea de que el hogar familiar es un campo de rosas. 
En la convivencia full time con la pareja aparecen tensiones, rivalidades, hastío y también el temor a la pandemia. 
Este es un momento donde se va a poner a prueba la “tela emocional” de las parejas, aquello qué los mantiene unidos, qué hay en lo central de la relación que los llevó a configurarse como pareja.
Pero, cómo es enfrentar el estrés y el negativismo en una relación inestable? 
Esperable, es que aumente ese estrés y ese negativismo por estar tanto tiempo juntos. “Es cuando se hace notar más la falta de comunicación y la intolerancia mutua”.
De un momento a otro, movilizados por las circunstancias del aislamiento forzado y no por un deseo de verse más, la pareja tiene que estar juntos mucho más tiempo. 
Debe compartir espacios físicos y emocionales en condiciones difíciles.
Si hay parejas donde los machismos o micromachismos ya eran importantes, ahora se verán potenciados.
“Por ejemplo, ya he escuchado muchos relatos estos días donde el hombre enfrenta el aislamiento encerrándose todo el día en una pieza para seguir trabajando mientras la mujer debe teletrabajar, mantener la casa, educar y criar al mismo tiempo. Es brutal”.
Si ya existían conflictos, el encierro puede ser el detonante de divorcio. Se siente como que no hay escape. 

“Por eso se dice que coronababy o coronadivorcio como broma, porque o hace que aumente la población del mundo o en verdad aumenten los divorcios. 

Es un chiste, pero no es solo chiste, porque el encierro aumenta las situaciones de conflicto que ya vienen en el tiempo, pero también puede ser un tiempo de intimidad mayor”, indica.
La tensión es evidente. 

Pero se puede hacer un esfuerzo por enfocarse en las cosas buenas del otro. No ayuda atribuir los errores solo al otro.

En el año 2000 investigadores indagaron en cómo afectan los distintos “estilos de atribución” de las parejas y descubrieron que cuando se culpa repetidamente a la pareja por errores y esos se asumen como fallas internas (‘siempre haces esto o nunca te fijas’) conducían a una mayor insatisfacción matrimonial y mayor probabilidad de divorcio. 
Es importante comunicar lo que nos ocurre. 

Pero muchas personas no lo dicen porque no se han detenido a pensar qué les pasa y no saben cómo comunicarlo. 

Y el poder comunicar esto es importante y comunicar qué necesito para poder calmarme. 

La comunicación es demasiado importante, así como la reorganización de la vida habitual”.

La paciencia en la pareja será fundamental. 

“Estamos en una situación social y ambiental especial, y así también nuestro estado emocional será especial. 

Necesitamos detener el ritmo cotidiano, acompañarnos y recuperar el ‘pensar-sentir juntos'”.
Pero, como ya se los he dicho, también existe la necesidad de contar con momentos personales: 
“Necesitamos una relación personal e individual con nosotros”.

Hay que tolerar la propia intolerancia y hacer cosas para no contaminar al resto, “porque no solo hay riesgo de contagio del virus, sino el contagio de ansiedad”. 
Escuchar música, tener tiempo solo, hacer ejercicio, todo ayuda para mantener la calma en tiempo que no hay calma, dice. "Esta es una amenaza real, no estamos locos, estamos viendo a cada minuto como muere más gente y eso es una realidad, pero tenemos que calmarnos y no entrar en pánico”.
Comprensión mutua y reconocimiento de lo que está pasando, ante todo:
“Estamos pasando por un estado difícil, necesitamos tiempo para no-hacer, para conectarnos con lo que sucede, dar tiempo a los niños para que puedan poner en palabras su sentir, dar tiempo a las parejas para conversar de lo que sucede. 
Tiempo para entrar en contacto con lo más simple en nosotros y en nuestras relaciones”.
Es sin duda, un momento crucial para las relaciones. La antropóloga biológica Helen Fisher: “Este va a ser un período de gran crecimiento para las relaciones. Las parejas crecerán juntas o se separarán”.
Carinos y sonrisas
Irene