martes, 9 de febrero de 2021

ESTRÉS NEGATIVO: INQUIETUD, ANSIEDAD, ANGUSTIA Y DESCONTROL

Todos somos portadores de una cuota de tensión, sobre todo con este virus que anda rondando. 
Y tenemos que metabolizar esto diariamente. 
Hoy se habla de estrés positivo y negativo. 
El primero corresponde a individuos que enfrentan muy bien la adaptación. 
El segundo a personas en las cuales el estrés provoca un permanente estado de intranquilidad. 
Cada situación difícil, cada problema, cada mala noticia, aumenta nuestro nivel de ansiedad. 
La presión de la caldera interna sube silenciosamente, hasta un punto en que cualquier acontecimiento sin importancia provoca un desborde o estallido. 
El individuo tenso pierde constantemente energía nerviosa, en grandes cantidades.
Este estrés negativo y mantenido, es como una enfermedad silenciosa, que lentamente va mermando la salud de las personas, hasta que muchas veces es demasiado tarde.
Existen cuatro etapas claras que afectan a la persona “estresada”, como se le denomina hoy: 1) La inquietud; 2) La ansiedad; 3) La angustia y 4) El descontrol.
La inquietud se caracteriza por una vaga sensación de inseguridad y nerviosismo, que con frecuencia se convierte en algo crónico e inseparable de la vida cotidiana.
La ansiedad es un malestar más intenso, que aparece bajo la presión de hechos o circunstancias especiales y se manifiesta más en lo físico, la persona no puede estar tranquila, se mueve con ansiedad e imprecisión.
La angustia es una manifestación más violenta, en que la unidad orgánica siente amenazada su propia existencia, Incluye el temor a lo desconocido a la enfermedad y la muerte. 
Es una sensación interna, más psíquica y perturbadora.
El descontrol es la consecuencia, muchas veces, de todo lo anterior, el sujeto explota con una pequeña observación o un discreto ruido. 
Está intolerante a todo, se fatiga con facilidad y pierde el control y dominio de la expresión de sus emociones.
Inexplicablemente, la educación moderna no contempla la capacitación en esta área, ni el desarrollo de hábitos imaginativos y emocionales positivos. 
Nadie enseña, ni en escuelas ni universidades, lo que actualmente se denomina “estilo de vida” para enfrentar el estrés. 
Tal parece que la tensión, las emociones y la estabilidad psicológica no tuvieran importancia alguna.
Recordemos lo que decíamos más arriba, el estrés es un factor concomitante en el desarrollo de graves enfermedades cardíacas, renales, digestivas, arteriales, metabólicas, mentales, nerviosas y hasta en cierto tipo de cánceres.
Entonces tratemos de aprender a como controlarlo
Cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas