jueves, 6 de junio de 2013

EL RENCOR (2º PARTE)

Como decíamos ayer, el rencor se encuentra emparentado con el odio, el resentimiento, el espíritu de venganza y todo otro sentimiento destinado a infligir sufrimiento a quien lo padece y sin resolver el problema que lo ocasionó
Si alguien nos ha querido lastimar intencionalmente, a través del rencor o el odio, estaremos permitiéndole instalarse dentro nuestro y continuar torturándonos en forma sistemática todo el tiempo que dichos sentimientos perduren.
Si sentimos rencor es porque hemos sido heridos en nuestro ego o dañados emocionalmente de alguna manera, agregando a veces la sensación de decepción respecto de la persona que nos ha ofendido.
Esto pareciera provocar suficiente sufrimiento en nosotros ¿Con qué motivo podríamos desear agregar más pesar a nuestro dolor? Sólo por desconocimiento. ¡Entonces enterémonos El dolor emocional que alguien nos haya causado, lo causó en ese momento.
No atormentemos nuestro espíritu prolongando a través del rencor ese dolor. Intentemos comprender aun lo incomprensible a nuestra mente con la sabiduría de entender que también lo que no comprendamos tiene su explicación. Entonces podremos liberarnos y liberar a quien nos dañó.
Hagámoslo por nuestro propio bien!
Hasta mañana, cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas