(1) Qué tenemos que hacer,
(2) cuándo tenemos que hacerlo y
(3) durante cuánto tiempo.
Dediquémosle unos minutos a pensarlo bien, para no tener dudas después. Con que le dediquemos de 5 a 10 minutos será suficiente.
Llevemos la hoja siempre encima, o en lugar visible, a mano.
Una fuente importante de divagación es el no saber exactamente qué hacer a continuación.
No sólo hemos de saber qué hacer, sino que además debemos estar convencido de ello, de lo contrario surgirán dudas y otras posibilidades aparecerán.
Sin darnos cuenta, en vez de estar haciendo algo productivo, tendremos la mente perdida en un mar de pensamientos disputándose nuraest atención.
Si hacemos esto, eso no pasará, al menos no en la misma medida.
Ahora tenemos una Hoja de Ruta, ahora sabemos claramente lo que hemos de hacer, cuando hemos de hacerlo y durante cuanto tiempo.
Llegado el momento hagamos lo que dice el papel.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas