Cada uno es responsable de sus actos y éstos y tus pensamientos son la causa de tu presente.
En la mayoría de las ocasiones atribuimos a circunstancias externas – y a personas- la responsabilidad de nuestro estado de ánimo.
Otro ejemplo sería tal vez el pensar “Últimamente estoy teniendo mucha suerte”, una expresión común donde sigue apareciendo nuestra responsabilidad atribuida a algo externo.
Todos tenemos deberes en muchos de los contextos en los que nos movemos diariamente. Pero también, dentro de ese contexto, disponemos del derecho y la posibilidad de controlar nuestras vidas y elegir nuestro propio camino.
Para lograrlo, debemos empezar a poner el pronombre personal en muchas de nuestras acciones y pensamientos. “YO buscaré todas las opciones para sentirme mejor”. “Las cosas me van mejor porque YO me he esforzado en conseguirlo”. “En estos momentos YO me siento mal en mi relación personal, y (YO) he de poner de mi parte para dar con una solución”. “YO soy responsable de mí mismo y es aquí donde quiero estar”.
Lo que pensamos y hacemos ahora está condicionando nuestro mañana y sin duda este presente es la consecuencia de nuestro pasado.
Seamos responsables de nuestra vida y dejemos de atribuir todo a la inexistente mala o buena suerte nuestro destino.
Cariños y sonrisas
Irene
Gracias por compartir.
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