- Mantengámonos sanos. Cuidémonos, mimémonos, dediquemos tiempo para estar guapos, para andar por la vida lindos.
Si nos sentimos bien físicamente, nuestra autoestima hará de combustible en el camino.
- Dediquemos tiempo a los que nos quieren.
Y hazles saber que les quieres, que son importantes para ti.
- Aprendamos. No nos limitemos a vivir, sino a tratar de vivir mejor, de hacer de nuestra vida y nuestro mundo algo mejor. Abramos nuestra mente.
- Rodeémonos de gente positiva. Es súper importante que nos rodeemos de gente que emita buenas vibraciones y no que sean ladrones de energía. El pesimismo se transmite muy rápido, así que tengamos cuidado.
- Hagamos más cosas que nos hagan felices. Prioricemos nuestra felicidad. Puede que este sea el punto más obvio de los diez, pero probablemente el que menos cumplimos, o que ante las innumerables tareas del día a día, releguemos al último de los puestos, y por falta de tiempo muchas veces los sacrifiquemos.
No tienen por qué ser grandes cosas, simples detalles. Todos los días intentemos hacer algo que nos proporcione ese sentimiento de felicidad: desde jugar con nuestros hijos, a comernos un trozo de chocolate, lo que sea.
Y hay que recordarlo al acostarnos y planearlo al levantarnos. O escribirlos como les he comentado much.as veces.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas