2. La segunda cosa que podemos hacer, consiste, por tanto, en generar estados mentales positivos el mayor tiempo posible a lo largo del día y todos los días hasta que las áreas de tu cerebro encargadas de producir dichas emociones sean más fuerte y estén más activas durante más tiempo, predominando en nosotros de manera habitual.
Los monjes budistas conocen bien el efecto de esta práctica y son capaces de llegar a erradicar casi por completo las emociones negativas.
Esto no significa que nunca las sientan, sino que cuando las sienten lo hacen a un nivel más leve y no se quedan “enganchados” a ellas, sino que vuelven con rapidez a su nivel habitual más sereno y feliz.
Por ejemplo, una persona puede ser tratada injustamente en su trabajo y, al darse cuenta, reaccionar con enfado.
Ese enfado le motiva a buscar una solución pero no es una emoción especialmente intensa ni se mantiene durante todo el tiempo en que busca la solución.
Una vez que esa emoción ha hecho su función (avisarnos de que algo va mal) deja de ser necesaria y esta persona puede decidir lo que va a hacer para solucionarlo o, si ya no tiene solución, proponerse tener más cuidado en el futuro con la persona causante del problema.
Así, las emociones negativas que experimenta son de baja intensidad y, además, vuelve a su nivel habitual con facilidad y lo antes posible.
Cariños y sonrisas
Irene
Los monjes budistas conocen bien el efecto de esta práctica y son capaces de llegar a erradicar casi por completo las emociones negativas.
Esto no significa que nunca las sientan, sino que cuando las sienten lo hacen a un nivel más leve y no se quedan “enganchados” a ellas, sino que vuelven con rapidez a su nivel habitual más sereno y feliz.
Por ejemplo, una persona puede ser tratada injustamente en su trabajo y, al darse cuenta, reaccionar con enfado.
Ese enfado le motiva a buscar una solución pero no es una emoción especialmente intensa ni se mantiene durante todo el tiempo en que busca la solución.
Una vez que esa emoción ha hecho su función (avisarnos de que algo va mal) deja de ser necesaria y esta persona puede decidir lo que va a hacer para solucionarlo o, si ya no tiene solución, proponerse tener más cuidado en el futuro con la persona causante del problema.
Así, las emociones negativas que experimenta son de baja intensidad y, además, vuelve a su nivel habitual con facilidad y lo antes posible.
Cariños y sonrisas
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