Los niños reaccionan, en parte, como ven la reacciones de los adultos que los rodean.
Cuando los padres y cuidadores enfrentan un desastre con calma y confianza, pueden brindar el mejor apoyo para sus hijos.
Los padres pueden ser más tranquilizadores con los que los rodean, especialmente los niños, si están preparados para hacerlo.
La forma de ayuda a los pequeños o adolescentes es:
+ Hablar acerca del brote de COVID-19
+ Responder sus preguntas y ofrecer información cobre el COVID-19 que ellos entiendan.
+ Transmitir al niño o adolescente la seguridad de que está protegido y contenido.
+ Decirle que está bien si se siente disgustado y contarle cómo controlamos nosotros nuestro estrés de modo que pueda aprender a manejar la situación a partir del ejemplo.
+ Limitar la exposición de la familia a la cobertura de noticias sobre el tema, incluidas las redes sociales.
Los niños pueden malinterpretar lo que escuchan y pueden asustarse por algo que no entienden.
+ Intentar mantener la rutinas.
Como las escuelas están cerradas, elaborar un cronograma para actividades de estudio y para actividades de descanso o entretenimiento.
+ Ser el modelo a seguir. Tomarse descansos, dormir bien, ejercitarse y comer bien y mantener una conexión con sus amigos y familiares delante y con los niños.
Espero que les sirvan estos consejos
Carinos y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas