Los cambios de la última década hacen que la tradicional división en tres edades (juventuz, madurez y vejez) empiece a quedarse obsoleta.
En un reciente estudio publicado en The Lancet, un grupo de científicos propone una nueva forma de medir el envejecimiento de la población, que pone la atención en el estado de salud y la severidad de los problemas de enfermedad y discapacidad, en vez de seguir pensando sólo en la edad cronológica basada en la fecha de nacimiento.
El estudio muestra que las personas de 75 años tienen el mismo nivel de problemas de salud que una persona promedio de 65 años en el mundo.
La esperanza de vida saludable pretende añadir una nueva dimensión a la cantidad de vida, midiendo también su calidad.
La esperanza de vida saludable pretende añadir una nueva dimensión a la cantidad de vida, midiendo también su calidad.
La población anciana de 85 años ha ascendido un 231% en las tres últimas décadas.
La longevidad asciende y el porcentaje de nacimientos decae: esta relación inversamente proporcional señala que se están viviendo tiempos que obligan a una modificación en las estructuras sociales y familiares.
A partir de aquí surge otra dicotomía entre la vejez y lo que se considera viejo.
La mayoría asocia ser mayor con los achaques por lo que si no tienes problemas de salud, esta percepción se retrasa", opina Gloria Fernández-Mayoralas.
Seguiremos hablando de vejez, porque para ahí vamos todos, y ya se habla de una cuarta etapa de la vida.
Cariños y sonrisas
Irene
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