Cuando nos hallamos en una situación que nos sobrepasa nos va a ser difícil que todo nos resbale.
Tal vez lo veamos de aquí un tiempo como una anécdota en nuestra vida, pero aquí y ahora lo vivimos como un drama.
Este es el caso de la cuarentena que puede provocar una ruina económica, de una separación inesperada o de una enfermedad sobrevenida que cambia radicalmente las condiciones de vida de una persona.
Podemos tomar estos casos como un ejercicio de templanza, de prudencia, de m oderación, del que sin duda acabaremos aprendiendo muchas cosas.
El célebre poema If, escrito por Rudyard Kipling en 1895, expresa con mucha belleza las claves para no perder el rumbo en medio de la tormenta:
“Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor la han perdido y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti, pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio…”.
El mensaje primordial es que cuanto mayor sea el caos y la incertidumbre, mayor ha de ser nuestra serenidad para compensarlo y no causar estropicios adicionales.
Escrito como un regalo para su hijo John, el poema termina así: “Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto, con sesenta segundos de diligente labor, tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella”.
Así que en los momentos de mayor dificultad, quien posee el control sobre sus emociones y sigue adelante con paciencia, acabará saliendo airoso de la situación.
Por lo tanto, el mensaje es la paciencia y la serenidad.
A cuidarse! carinos y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas