sábado, 29 de noviembre de 2014

VOLUNTAD PARA ACTUAR Y SALIR DE LA ZONA DE CONFORT

Voluntad sin acción es nada.
Cuando nos sentimos decaídos, lo primero que perdemos es la voluntad. «Sabiendo que la voluntad es nuestra capacidad para decidir si realizar un determinado acto o no, ¿por qué escoger quedarse en la oscuridad pudiendo ver la luz?»
Para tener una buena predisposición a la acción voluntaria  hay que ser receptivo, priorizar los pasos, visualizar positivamente aquello que queremos que suceda…
Y además, hay que salir de la zona de confort, definiendo zona de confort como todo aquello que nos rodea y con lo que nos sentimos cómodos. 
¿Qué hacer para salir de la zona de confort? 
Se aconseja al respecto explorar nuevos horizontes y dejar que la vida nos sorprenda. «Perder el miedo a avanzar, a descubrir nuevos mundos y buscar oportunidades que nos aporten nueva sabiduría. Cuando decidimos explorar más allá de los límites que nos autoimpusimos empezamos a entrar en lo que se conoce como la "zona de aprendizaje"».
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 28 de noviembre de 2014

LA ACTITUD DETERMINA NUESTRO ÁNIMO

La actitud determina el estado de ánimo. 
¿Alguna vez han tenido la sensación de vivir un día pésimo desde que nos levantamos hasta que nos acostamos? 
O, por el contrario, ¿no no les ha pasado que de repente sienten que nos comemos el mundo y que todo lo que acontece a nuestro alrededor parece estar en sincronía con nosotros? 
«Lo que determina uno u otro es la actitud con la que nos enfrentamos a él».
«El mundo según lo vemos no es más que un reflejo de nuestro estado interior: cuanto más optimistas seamos a la hora de interpretar lo que nos pasa, mejor valoración haremos de nosotros mismos (autoestima) y mejor adaptación al medio tendremos. 
Por tanto, toda actitud positiva comienza por tener una autoestima saludable»
Acuérdense de lo que siempre digo, parafraseando a Epicteto: No es el hecho lo que altera al hombre, si no la interpretación que el hombre hace de ese hecho.
Por lo tanto tratemos de interpretar nuestro acontecer diario en la forma más positiva posible y eso nos ayudará a vivir más felices.
Cariños y sonrisas
Irene

jueves, 27 de noviembre de 2014

OTRA FORMA DE BASURA EMOCIONAL: ACUMULAR FRUSTRACIONES


Crearnos demasiadas expectativas  hace que acumulemos frustraciones. pero, eso no quiere decir que no nos pongamos metas altas,
Si no, que tendemos a fijarnos demasiado en lo que consideramos que nos hace falta, y esto nos dificulta poner atención en lo que somos, sentimos y pensamos en nuestro día a día.
No podemos saber lo que va pasar de aquí a cinco años, pero sí podemos gestionar adónde queremos llegar dando pequeños pasos desde el hoy.
 «La mejor manera de no excedernos en nuestras expectativas será establecer pocas y a corto plazo, al hacerlas alcanzables ganaremos confianza»
Hasta mañana
Cariños y sonrisas
Irene


 

BASURA EMOCIONAL

A lo largo de la vida acumulamos sentimientos negativos relativos a acontecimientos pasados. Debido a esto, quedan resentimientos, tristezas, miedos y enojos, respecto de experiencias desagradables. 
Pero ¿Qué se puede hacer para eliminar toda esa basura emocional?
Vamos a conversar sobre 10 técnicas escritas por la psicóloga Ciara Molina.
En principio, tener pensamientos positivos o negativos, nosotros elegimos.
Los pensamientos negativos generan una enorme cantidad de malestar, y su manifestación común es la ansiedad. 
Los positivos, en cambio, provocan todo lo contrario a nivel emocional. Así, con afirmaciones positivas, lograremos modificar el pensamiento a través del uso del lenguaje.
Se trata, de que nos creamos lo que "debemos" decimos, que no solo que nos quedemos con las palabras: "me quiero", "me valoro", "soy capaz"… si no que las incorporemos y las creamos.
Hay que animarse a potenciar aquello que queremos atraer y nuestro pensamiento abrirá el camino emocional que nos ayudará a alcanzarlo.
Mañana seguimos con más
Cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 26 de noviembre de 2014

DEJAR LA CULPA ATRÁS, ACEPTAR EL ERROR Y SEGUIR ADELANTE

A veces, por mucho que intentemos reparar el daño causado, no es posible hacerlo. 
Por ejemplo, nuestra relación con un amigo puede enfriarse mucho porque piensa que le hemos fallado a causa algo que hemos hecho. 
Si, después intentar reparar el daño causado y hacer todo lo que está en nuestra mano para enmendarlo, nos damos cuenta de que no es posible, entonces es el momento de aceptarlo y seguir adelante. 
Dado que ninguna persona es perfecta, es normal que a veces cometamos errores y, como consecuencia, podemos perder algo o a alguien que es importante para nosotros. 
En este punto tan solo podemos aceptarlo y aprender la lección para que no se repita en el futuro con otra persona.
En definitiva, si la usamos bien, hacerse responsable de nuestros errores,  puede ser una emoción valiosa que nos ayuda a conocernos mejor, enmendar los errores, aprender nuevos comportamientos, hacer cambios positivos en nuestra vida y mejorar las relaciones con los demás. 
Mal utilizada solo nos lleva al autocastigo y al dolor y no trae nada bueno. 
Por tanto, usémosla bien y tendremos mucho que ganar!
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 25 de noviembre de 2014

PARA NO TENER CULPA HAY QUE CORREGIR NUESTROS ERRORES

Si realmente hsemos hecho algo mal y, por ejemplo, hemos causado un daño a una persona, entonces el mejor modo de lidiar con la culpa consiste en hacer algo para enmendar nuestro error.
Por ejemplo, podemos pedir perdón a esa persona, pagarle algún posible daño material causado, invitarle a comer como un modo de compensar, ofrecerte a hacer algo por ella, etc.
A veces, la culpa nos está indicando que es necesario que hagamos algún cambio!
Si trabajamos durante tantas horas que no tenemos tiempo para estar con nuestra pareja o hijos y nos sentsimos culpable por ello, puede que necesitemos buscar un modo de compensarles. Por ejemplo, podemos proponerles hacer algo divertido juntos los fines de semana (como ir a algún lugar especial) y reservar para ellos el sábado o domingo sin excepción y sin teléfono móvil.
Es decir, la culpa implica a menudo poner en marcha nuestro cerebro para buscar soluciones que compensen el mal que hemos podido causar a otros o para cambiar conductas, hábitos o incluso estilos de vida.
Para lograr esto es importante que detengamos en nuestra mente los pensamientos de autocastigo y autocrítica y activemos  el modo de “solución de problemas”.
Hasta mañana, cariños y sonrisas
Irene

lunes, 24 de noviembre de 2014

CUANDO LA CULPA ES POR ALO QUE NO CUMPLIMOS


En algunos casos, las personas se sienten culpables por hacer cosas que se habían prohibido a sí mismas o por no actuar de acuerdo a los estándares que habían establecido.
Por ejemplo, podemos sentirnos culpables por cumplir  la dieta y comernos un dulce, o por no hacer un trabajo absolutamente perfecto.
Obviamente, si queremos mantener esa dieta o hacer nuestro trabajo lo mejor posible, la culpa puede servirnos de ayuda y puede ser positiva, siempre y cuando la manejemos correctamente cuando aparezca.
En estos casos, el mejor modo de manejarla consiste en considerarla una señal de aviso que nos da información que podemos utilizar para mejorar.
Por ejemplo, tras sentirnos culpables por comernos el dulce podemos pensar: “Está claro que si voy a un lugar donde hay dulces me cuesta bastante contenerme, así que la próxima vez me mentalizaré mejor o recurriré a alguna estrategia que me ayude, como beber agua, etc. Además, puedo tratar de evitar estos lugares en la medida de lo posible, pedir su colaboración a mis amigos, etc.”.
Es decir, la persona de este ejemplo está utilizando sus sentimientos de culpa para aprender algo de sí misma y buscar soluciones y estrategias para regular mejor su comportamiento y en vez de machacarse y criticarse a sí misma sin piedad.
Cariños y sonrisas
Irene
 

viernes, 21 de noviembre de 2014

La culpa. Cómo perdonarnos a nosotros mismos

La culpa es una emoción que sirve para indicarnos que hemos hecho algo mal o algo que no deberíamos haber hecho. El malestar emocional que nos genera la culpa nos empuja a hacer algo para evitarla y a modificar nuestro comportamiento.
Qué podemos hacer cuando nos sentimos culpable?
1. Analizar el motivo de ese sentimiento. A veces, las personas se sienten culpables sin motivo. Por ejemplo, si una persona nos pide que hagas algo por ella y nos negamos porque consideramos que es una petición poco razonable o que nos perjudica de algún modo, podemos sentirnos culpables incluso aunque no haya ningún motivo para ello. 
Por tanto, preguntémonos, en primer lugar, si realmente tenemos motivos para sentirnos culpables, si de verdad hemos hecho algo mal o si tan solo estamos haciendo valer nuestros derechos, expresando opinión o preferencia, negándonos a hacer algo que no deseamos hacer, etc. 
Todas estas son cosas a las que tenemos derecho y es posible que tengamos que recordar cuáles son nuestros derechos antes de empezar a hacernos reproches. 
Por ejemplo, recordemos que tenemos derecho a decir no, a no hacer algo que no deseamos, a hacer valer nuestros derechos, a dar opinión, a no obedecer los deseos de los demás, etc.
cariños y sonrisas
Irene

lunes, 17 de noviembre de 2014

¿QUÉ SIGNIFICA TENERNOS RESPETO?

Conseguir que nos respeten es un derecho y tenemos que hacerlo valer. 
Una persona respetada se siente a gusto y cómoda en los grupos sociales con los que se relaciona. También piensa que sus opiniones son importantes y las emite sin miedo a la crítica ni al rechazo. 
Es capaz de defenderse cuando identifica que le atacan, porque su dignidad es más importante que evitar un conflicto con alguien que se está pasando de la raya.
Valora su bienestar y su paz interior, y ambas pasan por concebirse como una persona digna de respeto y del buen trato de los demás. 
Una persona que se respeta vive en equilibrio, con su tiempo, sus obligaciones, su trabajo y su ocio.
Hacerse respetar es parte del camino para valorarse y ser feliz. No perdamos la oportunidad de serlo.
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 14 de noviembre de 2014

¿Te has preguntado si eres feliz?

Aparentemente es muy difícil encontrar la felicidad, en principio porque no la asumimos como un estado permanente de vida, sino  que la entendemos como una emoción pasajera que muchas veces, si no es que siempre, habita fuera de nosotros mismos y culpamos a nuestro entorno de lo que nos sucede o no y nos hace infelices.
Si a esto le sumamos que por cuestiones culturales aceptamos que el sufrimiento es un precio a pagar en la vida, entonces veremos la felicidad como algo distante y ajeno a nosotros.  
Presentamos cuatro puntos para acercarnos la felicidad.
1. Detengámonos por un momento a reflexionar y asumir que la felicidad viene desde adentro, que puede ser algo permanente en nuestra vida, a pesar de las emociones que sintamos; si comprendiéramos que todo lo que nos rodea, bueno o malo, es responsabilidad de cada uno de nuestros actos, automáticamente nuestro entorno cambiaría.
2. Que no nos afecte lo que sucede a nuestro alrededor, busquemos en nuestro interior la felicidad; si bien la vida es complicada con todo el vaivén de acontecimientos diarios, además de las relaciones interpersonales que nos rodean y los problemas a los que nos enfrentamos, dejamos de lado el hecho de que no hay nada más incierto que la vida misma, en nuestro interior siempre están las respuestas más difíciles.
3. Regálense un instante para cambiar el rumbo de la vida. Por eso es tan importante detenernos y asumir que no necesitamos de una sentencia de muerte o sufrir una desgracia para, entonces, tomar decisiones y comenzar a ser felices.
4. “¿Nos hemos preguntado si somos felices? Dense un momento y pregúntense ¿soy feliz? Si supieramos que nuestra vida terminaría hoy, ¿estaríamos felices por cómo la hemos vivido? Con ese pensamiento despertemos y hagamos algo para lograrlo, hoy es un excelente día para hacerlo; empecemos por lo más sencillo y agradezcamos lo que tenemos, trabajemos por lo que nos hace falta, amemos lo que hacemos y busquemos la felicidad que seguramente habita en nuestro interior y no dejemos que nada ni nadie nos la quite, pues sólo depende de nosotros.”
Hoy es el día
Cariños y sonrisas
Irene


jueves, 13 de noviembre de 2014

4 Elementos que precipitan una mala decisión

Todos tomamos decisiones con frecuencia, unas más trascendentes que otras. Y esas decisiones tienen consecuencias, que unas veces son favorables y otras no.
Partiendo de ahí, vamos a detenernos en cuatro “trampas” que, a veces, pueden empujarnos a tomar alguna decisión inconveniente.
1. Creencias arraigadas
Si partimos de premisas erróneas lo más probable es que tomemos la decisión equivocada.
Por ejemplo, cuando alguien no se arriesga a involucrarse en una relación porque cree que no merece ser amado o cuando alguien se conforma con un trabajo que no le gusta, porque cree que no merece algo mejor.
Esas creencias son un auto-sabotaje y nos separan de lo que quizás podría haber sido una buena decisión.
Ser conscientes de que nos están influyendo es el primer paso para dejarlas atrás.
2. Incertidumbre
La incertidumbre causa ansiedad, por la falta de control que se experimenta. Es una situación realmente incómoda, muy estresante. Esto hace que, a veces, con tal de librarnos de esas sensaciones, nos apresuremos a la hora de tomar la decisión que sea. Y puede que no sea la más acertada.
La solución en estos casos pasa por darnos el tiempo necesario para decidir, con calma.
3. Miedo irracional
Cuando algo nos asusta tantísimo que dejamos a un lado la lógica, el miedo toma la decisión por nosotros.
Muy de mano con la incertidumbre, la manera de afrontar la situación pasa por ser capaces de tranquilizarnos lo suficiente como para poder analizar y sopesar los riesgos, sin olvidar las ventajas de cada opción que tengamos disponible.
4. Gratificación a corto plazo
Vivir el momento presente es maravilloso, pero siempre teniendo en cuenta que hay decisiones de ahora que arrojan consecuencias a medio o largo plazo.
Por ejemplo, cuando alguien decide fumar compulsivamente para aliviar la ansiedad, sin pensar en cómo repercutirá en su salud, o cuando alguien se queda la tarde entera viendo la televisión, porque es más divertido que terminar una tarea importante.
Por eso, no está de más que nos detengamos a pensar en los posibles efectos de las decisiones que tomamos. Ya que algunas de ellas, que parecen insignificantes, pueden acarrearnos consecuencias indeseadas.
Cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 12 de noviembre de 2014

7 COSAS POR LAS QUE NUNCA HAY QUE PEDIR PERDÓN

1. Ir a dormir temprano
Hay días en que no queremos salir o seguir viendo una película, porque simplemente necesitamos dormir. Esto no tiene nada de malo, ya que en épocas como la actual, donde la mayoría lleva vidas aceleradas, descansar resulta vital para nuestra salud, y existen cientos de investigaciones que así lo demuestran. Es necesario aprovechar cada momento que tengamos para poder tener un momento de tranquilidad y sueño.  
2. Decir no
En la vida a veces es necesario decir que no a algunas cosas que podrían hacernos mal, como por ejemplo, cargar con demasiado trabajo o  aceptar demasiadas responsabilidades. 
La experta en liderazgo, Lisa Earle McLeod, señala que para poder llevar una vida menos caótica, debemos centrarnos en una cosa a la vez,  y tomarnos el tiempo para decidir cuáles son las cosas que podemos o no manejar. 
3. Tomar vacaciones
Por lo general los trabajadores retrasan sus vacaciones en orden de poder acomodarse a las necesidades de su trabajo. Según explica el artículo, no hay nada de malo en hacer valer su derecho a descansar. Planear vacaciones, pueden aumentar los niveles de felicidad y deja un espacio mental libre, que permite disminuirlos niveles de éstres. 
4. Terminar con una amistad tóxica
Terminar una relación de amistad puede ser igual de difícil que terminar una relación de pareja, sin embargo, a veces es necesario tomar tal decisión en beneficio de nuestra salud mental. “La decisión de excluir a una persona o una experiencia de su vida puede ser la opción más compasiva  para si mismo”, señala la psicoterapeuta Nancy Colier.
Por lo general, estas amistades crean un alto nivel de estrés, y estudios muestran que el estrés es muy contagioso, por lo que dejar de recibirlo no debería ser un problema. 
5. No responder un mail de inmediato
La tecnología nos hace estar conectados todo el día, lo que también crea la necesidad de responder de inmediato a quien nos escribe. Esto crea estrés, por lo cual a veces es necesario tomar un descanso de la inmediatez y no sentirse mal por ellos.
 De hecho, grandes empresarios ya comenzaron a utilizar ésta práctica. El  fundador de Tumblr, David Karp, ya no revisa su mail antes de llegar al trabajo. “Me esfuerzo por no revisar su correo electrónico hasta que llego a la oficina, que es por lo general 09.30 o 10  de la mañan”, dijo. “Leer mensajes de correo electrónico en casa nunca se siente bien o productiva.”
6. Tomarse un tiempo para estar solo
Algunos no soportan la idea de estar solos, sin embargo,  es necesario y no hay necesidad de disculparse por ello. La soledad puede ayudar a recargar las pilas, aprender  autocontrol y relajarse.
7. Ponerse a si mismo en primer lugar
Ser un poco egoísta no es tan malo. En ocasiones simplemente debemos ponernos primero, y ser la prioridad para uno mismo. “Esto significa recargarse mentalmente, emocionalmente, físicamente y espiritualmente”, explicó el popular psicólogo norteamericano, Phil McGraw. “No se trata de ser egoísta”, dijo, sino de saber lo que cada uno necesita.
Cariños y sonrisas
Irene


viernes, 7 de noviembre de 2014

UN "SER DE PAZ"

Nuestras acciones son el espejo de nuestros pensamientos y de nuestras emociones. Podemos esconder tus pensamientos, pero no podemos esconder nuestras acciones.
Tengamos pensamientos elevados y nuestras acciones se harán elevadas.
La fe firme en nuestros objetivos y la confianza en nosotros mismos determina nuestro destino. Asegurémonos de no olvidar los objetivos, no permitamos que aparezcan las dudas, y en lugar de ver problemas, tan solo veremos posibilidades.
Autocontrol no es reprimir las emociones, o soportar la presión de las circunstancias. Autocontrol es comprender que somos los creadores de nuestros propios pensamientos y sentimientos, que podemos ser creativo y encontrar nuevas respuestas. Esto nos ayuda a mantener la calma y la serenidad.
Toda nuestra búsqueda termina cuando nos encontramos a nosotros mismos.
Nuestra vida se llena de paz cuando descubrimos que tan sólo tenemos que ser nosotros mismos. Ser lo que siempre hemos sido: un "Ser de Paz."
Cariños y sonrisas
Irene

jueves, 6 de noviembre de 2014

PREOCUPACIONES: ADIÓS!

Las preocupaciones son una ilusión. Nos hacen vivir en el futuro creyendo que estamos ocupado, cuando en realidad nos alejan del presente. Las preocupaciones son una excusa para dejar de hacer lo que de verdad tenemos que hacer.
La persona reactiva, da la sensación de estar muy ocupada, manifiesta su preocupación a los demás, pero lo cierto es que con todas sus preocupaciones no consigue resolver ninguno de sus problemas.
La persona proactiva enfoca toda su atención en el presente, actúa con iniciativa.Sabe que permaneciendo tranquila y libre de preocupaciones es mucho más efectiva.

Hay que estar en el presente, porque es lo único que existe;
Acuérdense lo que repito siempre: el pasado, ya pasó, no existe (salvo para pedir perdón o perdonarse a si mismo), el futuro es una invención: Entonces, lo único que nos queda es el presente, que como bien dice su nombre: es un presente, es un regalo!
Cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 5 de noviembre de 2014

PERDONAR


Saber perdonar y olvidar es una muestra de amor.
Muchos viven esclavizados por el pasado.
La situación ya pasó, dejó de existir, pero sigue viva en sus mentes.
Abramos nuestro corazón, seamos generosos, liberémonos de ese pesar, perdonemos y olvidemos.

Esto nos permitirá vivir cada momento presente en paz.
Para mantenernos contentos en cada situación, recordemos aquello que nos ha provocado entusiasmo, aquello por lo que 
ha valido la pena vivir.
Olvidemos lo viejo, lo que no tiene valor, lo que nos ha robado la ilusión.
Hay que crecer y avanzar en la vida, gracias a lo que nos motiva y nos ilusiona
Adelante!!
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 4 de noviembre de 2014

MANTENER EL CONTROL Y NO REACCIONAR APRESURADAMENTE


No es bueno que cualquiera nos controle. Hay que conservar los  impulsos junto a la prudencia.
Aunque así lo parezca, nadie tiene el poder para ofendernos.
El problema no está en lo que nos acontece.Está en lo que pensamos acerca de lo que nos acontece.
Un grito, un desplante o una ofensa, surgen de la debilidad del agresor.
Miremos su angustia, su soledad, su miedo, su vacío. Miremos su tristeza, su dolor, su frustración y su envidia. Entonces podremos hacernos
 inmune a sus agravios.
Quien parece presionarnos y agredirnos, solo nos toma como excusa para equilibrar su miedo.
El trueno estalla únicamente para expresarse porque no conoce otro modo.Y aunque muchos se asustan, él no desea aterrorizarles. Solo quiere ser escuchado.
No reaccionemos. Mantengamos el control .No cedamos fácilmente a las provocaciones.
Quien nos presiona no desea dañarnos sino, solamente sentirse mejor.
Aprendamos a comprender las motivaciones de las personas.
Aprendamos a dirigir nuestras emociones. 
Manejemos nuestras emociones.
No las reprimamos, aprendamos a dirigirlas
Cariños y sonrisas
Irene          

lunes, 3 de noviembre de 2014

LLEVARSE BIEN CON LOS DEMAS

Existen personas a las cuales les cuesta muchísimo llevarse bien con el resto de la gente. Esto, en gran parte, se debe a su poca capacidad de tolerancia y también a estar siempre pendiente para discutir o repartir chismes, entre otras cosas. 
El hablar de más suele traer problemas a la gente y herir susceptibilidades, por lo cual, para llevarse bien con las personas hacen falta ajustar algunas cuestiones
No es nada fácil llevarse bien con la gente. Tampoco es totalmente necesario que se lleven bien con todo el mundo. 
Uno no puede ser amigo de Dios y el Diablo por igual! 
Pero sí está muy bien que tratemos amablemente a la gente que nos rodea en nuestra vida cotidiana. 
Y para eso no hay nada mejor que hablar cuando es necesario y callar cuando haga falta.
Antes de decirle algo a alguien, preguntarse a si mismo "¿Es verdad?", "¿Es algo amable?", "¿Es algo necesario de decir?". Tal vez obedeciendo a estas tres cuestiones nos ahorraremos muchos dolores de cabeza y malos tratos.
  • No hablemos negativamente de los demás, aprendamos a perdonar. 
  • Cumplamos cuando prometemos algo 
  • Mantenamos la mente abierta y dejemos que nuestras virtudes hablen por nosostros mismos. 
No es tan difícil llevarse bien con la gente. Un poco de humor, responder como es debido, ser comprensivo o ser permeable a las críticas constructivas pueden llevarte a buen puerto.
Cariños y sonrisas
Irene