No, no se trata de ser conformista, de no soñar, de no aspirar a grandes logros, de no entusiarmarse con un proyecto, de perder la ilusión, todo eso hay que mantenerlo … se trata simplemente de ser realistas, de entender que en muchas ocasiones no hay mayor enemigo para nuestra propia felicidad que nosotros mismos: las expectativas desmesuradas que nos autoimponemos, las que pregonamos a otros a los cuatro vientos, las que casi nunca satisfacemos del todo, creándonos una permanente sensación de fracaso, la que socava nuestra autoestima.
Nos ocurre en cada area de la vida. ¿Alguien sabe de algún
caso en el que una obra o reforma no se haya alargado más allá de lo esperado?.
No tenemos trabajo y vamos a la oficina de empleo pensando que saldremos de
allí con un trabajo. Estamos enfermos y acudimos al médico o al hospital
creyendo que nos sanaran mágicamente, en el momento… Pues puede que sí, pero en muchas ocasiones resulta
que el resultado se demore más de lo pensado.
Los anglosajones tienen un dicho para esto que lo expresa
divinamente. Viene a decir algo así como: “No vayas muy por delante de ti mismo
no sea que tropieces con tu propio cadaver”.
No dejen de soñar y soñar en grande, pero no se creen falsas expectativas, porque eso hace daño y gocen de cada paso que den hacia la gran meta.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas