Nuestras intenciones pueden ser buenas, pero a veces pretender controlarlo todo solo lo complica todo.
No podemos controlarlo todo, así que dejemos de estar así.
No pretendemos controlar todas las situaciones, el trabajo, todo el hogar, todo lo que ocurre… ¡no se puede!
Aprendamos a soltar responsabilidades y a aceptar que otras personas tienen modos diferentes de hacer las cosas.
Igualmente, aprendamos a aceptar las consecuencias de permitir que otros hagan cosas fuera de nuestro control y dirección.
No seamos pulpo.
Un pulpo tiene ocho brazos, nosotros no.
No intentemos hacer un montón de tareas a la vez.
Hacer demasiadas cosas a la vez puede estar ralentizando nuestra capacidad de completar las cosas que nos proponemos, motivo por el cual nunca parecemos acabarlas.
Aprendamos a hacer las cosas una a la vez.
Cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas