martes, 31 de julio de 2018

FOCALIZARSE, FOCALIZARSE!!!

Esta técnica consiste en concentrarnos, utilizando todos los distintos sentidos simultáneamente, en aquello que estemos haciendo en el momento actual.
Hay un ejemplo muy típico que nos sucede a menudo a las personas que pensamos demasiado: hacemos algo y después no nos acordamos si lo hemos hecho o no. ¿He cerrado con llave? ¿En qué lugar del centro comercial he aparcado el coche? ¿He echado el protector solar en la maleta?
Como nuestro cerebro funciona a tope de revoluciones, si estamos haciendo algo mecánico, nuestra mente aprovecha para traernos cosas que consideramos más importantes, por lo que aquello que estábamos haciendo lo terminamos de forma automática y no lo registramos, con lo que después no nos acordamos de si lo habíamos hecho o no.
Para la mayoría de tareas rutinarias esto no es un problema: no nos va a pasar nada porque un día cualquiera se nos olvide lavarnos los dientes, o nos dejes en casa la tarjeta de crédito en casa.
Lo que sucede es que hay tareas mecánicas que son importantes y si se nos escapan pueden suponer un problema.
En el parking a un señor se le olvidó un día echar el freno de mano en el apuro, se le resbaló el coche y le dió al coche de otra persona . Y, ¿quién no se ha dejado alguna vez las luces puestas y ha agotado la batería? No es que sea el fin del mundo, pero ya son unos incordios que convendría evitar.
Pero incluso aunque lo hayamos hecho, si no nos acordamos de haberlo hecho, nuestro cerebro nos va a traer durante un buen rato el run-run de si realmente lo hemos hecho o no, lo cual es ligeramente molesto. Es otra forma de pensar demasiado.
Una solución típica es comprobar varias veces si lo hemos hecho o no, pero no es práctico porque perdemos el tiempo y además desde fuera parece un trastorno obsesivo-compulsivo. Queda rarito.
Además es un parche para el problema: no es que no sepamos o se nos olvide echar el freno de mano del coche, es que cuando lo hemos hecho nuestro cerebro estaba en otra cosa y, como no prestó atención, ahora no se acuerda.
Lo que hay que hacer es orientar al cerebro a focalizarse en esas tareas triviales pero importantes, y eso se puede hacer orientando todos los canales de percepción a la tarea. Estos serían: visual, auditivo, kinestésico y diálogo interno.
Por ejemplo salgo de mi casa y quiero cerrar la puerta con llave. Es una tarea rutinaria, mecánica – no hay que pensar – con lo que es perfecta para que la mente se ponga a pensar en sus cosas.
Pero es una tarea importante, ¡no estaría bien que me dejase la puerta abierta! Equivocarme me podría traer problemas.
Así que dirigo el canal visual fijando mi vista en la llave y la cerradura. Dirijo el canal auditivo escuchando el sonido de la llave girando dentro de la cerradura. Dirijo el canal kinestésico fijándome en la sensación del tacto del metal de la llave en mis dedos. Dirijo el canal de diálogo interno diciéndome a mí mismo “Cerrado!”.
¡Ya está! Tardamos lo mismo que en cerrar la puerta sin pensar, sólo que focalizando nuestra atención, con lo que nuestro cerebro lo tiene presente y lo recuerda.
Esta técnica es útil para acciones simples, si la acción es mecánica pero más complicada, como puede ser hacer el equipaje, te recomiendo utilizar una Checklist.
Cariños y sonrisas
Irene

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