TENER O SER?

Hay dos posibles posiciones del ser humano ante su meta por alcanzar la felicidad: 

- la tendencia a poseer (casas, coches, dinero, etc.)  

- la tendencia desarrollar todas sus posibilidades (psicológicas, sociales, etc.). 

Ambas parecen excluyentes. 

Esta disyuntiva nos ha cuestionado durante muchas etapas de nuestra vida: ¿soy feliz porque tengo más dinero, más poder, más sabiduría?, ¿es necesario no-tener para ser?, ¿se puede ser feliz “teniendo”?, ¿el “ser” es sinónimo de felicidad? 

Preguntas que no tienen una respuesta sencilla.
A veces, este dilema se repite en nuestra existencia. Y optamos por una u otra solución. 

Podemos contemplar la vida como una larga carrera por poseer: tenemos casas, coches, cultura, etc… hasta nos reservamos un lugar en el cementerio. 

Es como si esos títulos de propiedad nos hicieran más fuertes, más importantes, incluso más felices. 

Por el contrario, si nos preocupamos por desarrollar nuestras capacidades (solidaridad, respeto al otro, valoración de uno mismo y de los demás, la creencia en el otro, etc.), entonces somos gente rara, que no sintoniza con la cultura del siglo XXI.

Yo creo que el equilibrio (palabrita difícil) entre tener y ser, sería lo correcto,

Y pensar que el tener con esfuerzo, es un premio de nuestra conducta y que el ser, cuando también uno se preocupa por su vida espiritual, es un complemento perfecto.

Cariños y sonrisas

Irene