sábado, 6 de diciembre de 2014

EL SECRETO DE LA FELICIDAD

Esto salió en  el diario La Nación, de Buenos Aires, el Miércoles 1 de diciembre de 2010: Que el dinero (a veces) no hace la felicidad es una verdad de Perogrullo. 
Sin embargo, a partir de la constatación de que el crecimiento del PBI de un país no siempre basta para que sus habitantes gocen de "una vida color de rosa", parece que los economistas y los investigadores sociales están redescubriendo la sabiduría de las abuelas: la felicidad es cada vez más importante. 
Hoy se habla de la "política de la felicidad", de la "economía de la felicidad" y hasta de la "ciencia de la felicidad" (una revista muy seria, el Journal of Happiness Studies, publica investigaciones sobre la materia). 
De hecho, Bélgica, Gran Bretaña y Francia quieren evaluar la "satisfacción" de sus ciudadanos...
El problema, por supuesto, es que deben existir tantas definiciones de la felicidad como seres humanos hay sobre el planeta, de lo que se desprende que esta maravilla no encaja muy bien en la estadísticas. 
El País ha publicado una nota que analiza este problema y Mario Bunge, de visita en Buenos Aires, dio recientemente una brillante conferencia sobre cómo medir la felicidad. Por ahora, lamentablemente, la respuesta es inasible: hay quienes arriesgan que se necesita un ingreso de por lo menos 15.000 dólares anuales para empezar a ser feliz, otros subrayan que la alegría tiene "patas cortas" (a los que ganan la lotería ¡sólo les dura un año!, porque después se acostumbran) y otros, como el propio Bunge, afirman que se puede medir el bienestar, pero no la felicidad. Y el país que está designado como uno de los más felices es uno de los pobres del mundo.
Todo parece demostrar, eso sí, que todavía estamos muy lejos de una economía con valores humanos. Esperemos que la conciencia de que es necesaria le llegue pronto a nuestros políticos y economistas.
Cariños y sonrisas
Irene

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas