jueves, 29 de enero de 2015

NO HAY QUE PRE-OCUPARSE, SINO OCUPARSE

Recordemos que preocuparnos es lo que hacemos antes de ocuparnos, así es que dejemos de pre-ocuparnos, y pasemos a la acción, ocupémonos, hagamos algo al respecto.
Si no está en nuestras manos hacer nada al respecto, entonces necesitamos empezar a confiar y dejar que suceda lo que tiene que suceder.
Vayan a darse un masaje y libérense de todas esas preocupaciones que nos cargan.
Ubíquémonos en el presente momento a momento, escuchemos los sonidos de nuestro alrededor, sintamos nuestro cuerpo, obsérvense a ustedes mismos y todo lo que está sucediendo por 5 minutos diarios.
Evaluemos nuestras creencias e ideas de todo lo que “necesitamos” o “debería” de suceder para que estemos tranquilos y felices, y veamos sí realmente creemos que nos es indispensable para vivir felices.
Conversemos con alguien más que nos ayude a encontrar opciones de solución si creemos que no existen.
Pero no nos confundamos, no significa que vayamos a andar por ahí, por el mundo diciéndoles lo que nos preocupa o no nos parece. 
Al contrario, dejemos de hablar si solo es para quejarte o compartir nuestro pesar, recordemos que la palabra dicha es un decreto afirmado.  
Habla de lo que sí está sucediendo bien, de las cualidades que sí tiene tal persona, de lo que sí tenemos. 
Así empezaremos a cambiar el switch de nuestra mente para ver lo positivo.
Y a nosotros… ¿Qué nos funciona para salir del negativismo y la preocupación?
Cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas