1 Identifiquemos que metas podemos lograr, que nos genere emoción.
Solo así, cada vez que nos acerquemos a la meta y las logremos, podremos tener motivos para sentirnos felices. Establezcamos las metas del día, del mes, del semestre, del año.
2 Programémonos para ser felices desde el comienzo del día.
Desde que nos levantamos, llenémonos de energía positiva.
3 El control de los pensamientos es fundamental.
El común de la gente no controla sus pensamientos y la gran mayoría de ellos son negativos.
Démosle a nuestros pensamientos calidad,seamos hiper vigilantes con ellos, pongamos control, descubramos cuando estamos generando un pensamiento negativo y cambiémoslo de inmediato. Así podremos enderezar nuestra forma de actuar.
La base de la felicidad es tener pensamientos positivos.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas