Recordemos que lo más probable es que no tengamos ganas de hacer nada o estar con nadie.
Pero en vez de meternos en la cama o no hacer absolutamente nada, lo que a menudo hace que nos sintamos aún peor, podemos intentar, poco a poco, asumir alguna actividad. No nos planteemos qué tenemos ganas de hacer porque la respuesta normal es que no tengamos ganas de hacer nada sino qué podemos hacer.
Aunque nos parezca poco, es mucho!
Pongámonos objetivos sencillos que podamos cumplir: ir a tirar la basura, copiar en un cuaderno la letra de una canción que nos gustaba, ordenar los cubiertos en el cajón de la cocina.
Cosas pequeñas, concretas, claras. Es un error plantearse objetivos ambiciosos en medio de una depresión.
Además nadie es culpable de nuestra depresión.
No tenemos ninguna culpa de tener una depresión y tampoco la tiene ninguna otra persona de nuestro entorno.
Pero sí tenemos una responsabilidad de hacer esfuerzos razonables para ir sintiéndonos mejor poco a poco!
Cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas