La tristeza es necesaria para cerrar la puerta a aquello que se ha ido, a lo que ya no está.
Es la emoción que nos permite hacer presente la ausencia.
Y sólo podemos aceptar aquello que sentimos que ya no está, por lo tanto, sólo podemos aceptar aquello que hemos llorado.
Pero, algunas personas están mucha tristeza pero no son capaces de expresarla. Temen que si lo hacen, empezarán a llorar y no pararán jamás. Eso nunca es así.
La tristeza tiene su proceso, si le permitimos, transitará y se irá.
Si nos dejamos sentir el sentimiento, después de cumplir su función se irá.
No vamos a caer en una depresión, ya que el origen de este estado tiene que ver más con la falta de motivación que con las emociones.
En la tristeza hay motivación, está puesta en el llanto de lo perdido.
Después de llover puede volver a salir el Sol.
La tristeza no nos va a matar, lo que nos va a dañar es todo el esfuerzo que hacemos para evitar que salga.
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Cariños y sonrisas