El perdón es uno de los fundamentos de todas las religiones del mundo. Pero ahora también la evidencia científica demuestra que perdonar tiene un efecto positivo en la salud y en la calidad de vida en general.
’Uno de nuestros estudios reveló que la persona promedio que aprende a perdonar, eleva su vitalidad, su apetito, sus patrones de sueño y su energía en un 15 por ciento’, explica. ‘Hemos aprendido que todo aquello que nos ayude a reducir la ira, el dolor y la depresión, puede reducir también la presión arterial y hacer a las personas más optimistas, energéticas y vitales’.
El resultado de las investigaciones demuestra que perdonar de corazón:
● Disminuye los niveles de ira y hostilidad
● Aumenta los sentimientos de amor
● Mejora la habilidad de controlar la ira
● Aumenta la capacidad de confiar en otros
● Nos libera de los sentimientos negativos asociados a eventos del pasado
● Nos permite dejar de repetir ciertos patrones negativos
● Mejora la salud en general
● Demuestra una mejora significativa en los desórdenes de índole sicológica.
Si perdonar es algo tan positivo y terapéutico, ¿por qué hay personas que no logran hacerlo genuinamente, de corazón?
"Nos han enseñado a sentir ira, a sufrir de depresión... pero nadie nos enseñó a perdonar’, dice Luskin. Afortunadamente, existen técnicas para aprender a liberarnos de los rencores del pasado.
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