Hoy seguimos:
5. Ayudar a alguien.
Ser voluntario en un asilo de ancianos o un albergue para desamparados. Donar nuestro tiempo y servicio a un refugio humanitario de los animales. Ser un tutor o hermana mayor. No hay nada más gratificante que ofrecer nuestro tiempo y talento para ayudar a los demás. Salir de nuestro círculo de relaciones de abrirá los ojos y dará humildad.
6. Practicar la humildad.
Nadie fue jamás un funcionario público superior que la Madre Teresa, ella ayudó a los pobres, los enfermos y nunca dio la espalda a nadie. Sin embargo, la Madre Teresa fue un alma fuerte, noble, que sabía que si no ayudaba a estas personas, tal vez nadie lo haría. Eso es verdadera autoestima: "Yo soy sólo una persona, pero puedo ayudar a estas personas." Eso es conocer y creer en el poder de una persona.
7. Pasar nuestras habilidades y talentos a alguien.
Enseñar a alguien nuestra especialidad nos mostrará la cantidad que realmente sabemos y tenemos que ofrecer. Como ayudar a un principiante a aprender las habilidades que hemos perfeccionado, sentiremos su admiración y respeto por nuestra destreza. Y a su vez, nos ayuda a un nuevo desarrollo de esas mismas habilidades.
8. Permitir que los niños desarrollen su autoestima con honestidad.
El hecho de que son niños no significa que sean tontos - ¿De verdad crees que no saben que les dejamos ganar? La autoestima no se construye al entregarles la victoria. Juguemos un juego con los niños hasta que él o ella lo domine - puede ser cualquier cosa: Dominos, Scrabble, Pokemon, un juego de vídeo, Corazones - y hagamos lo que hagamos, NO le restemos importancia a él o ella. Cuando usted gana, celébrelo. Sin menospreciar o llamarlo perdedor, solo decir, "Yay, yo gano!" Y luego decir: "Vamos a ver, ¿hiciste algún error? Ayúdele a mejorar.
Son consejos muy sencillos, fáciles de poner en práctica, y hacen la diferencia-
Cariños y sonrisas
Irene
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Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas