Estamos dando los pasos para acercarnos a la felicidad y ya hablamos de los dos primeros:
1 Seamos optimista.
2 Sigamos nuestros instintos.
Y hoy lo haremos del tercero:
3 Hagamos dinero suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas: alimento, alojamiento y ropa.
En España, ese número mágico son 25.000 € al año, en México o Colombia 12.000 dólares y seguirá variando según el país del que se trate, pero lo importante es que cubra las necesidades básicas.
Cualquier dinero que ganemos más allá de eso tendrá efectos insignificantes en nuestra felicidad.
Recordemos a los ganadores de la lotería. Montones de dinero no nos hacen más felices, y no nos hará a nosotros más felices. Una vez que ganemos suficiente dinero para sustentar nuestras necesidades básicas, nuestra felicidad no es afectada significativamente por la cantidad de dinero que ganamos, sino por nuestro nivel de optimismo.
Nuestra comodidad puede aumentar con nuestro salario, pero la comodidad no es lo que hace feliz a la gente. El confort hace que la gente sea aburrida. Es por eso que es importante ir más allá de nuestra zona de confort, de esa zona conocida y calentita de lo siempre igual, para alimentar su crecimiento como persona.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas