4. Cuidar nuestro cuerpo:
Que es nuestra casa, allí donde moramos y habitamos todos los días. No la abandonemos. Y ello implica cuidar tres cosas: sueño, nutrición y ejercicio físico.
Hay ciertas comidas que conducen a estados de ánimo más tristes y depresivos; lo mismo pasa con el sedentarismo: hacer ejercicio físico y estar en movimiento tiene ventajas en la salud y en el ánimo al liberar ciertas sustancias químicas estimulantes del bienestar. Y con el sueño, más de lo mismo: dormir mal y no descansar produce malestar en nuestro cuerpo, humor desagradable y cansancio que restan energías y ánimo para ser productivo.
5. Hacer el ridículo en cosas sin importancia:
En aquellas cuyos resultados no nos afectan en el trabajo ni prestigio: aprender a bailar, inglés, magia.... Si nos lanzamos en esas cosas sin importancia, poco a poco el miedo al ridículo irá cayendo y eso significa que nos atreveremos a dar el paso en cosas con importancia. No existe miedo al fracaso, existe miedo al ridículo.
Todo el mundo sabe de sobra que si iniciamos una aventura del tipo que sea (empresa, matrimonio, etc) puede ir mal; los miedos vienen de la ridiculización que hacen los demás, de herir el orgullo con las cosas no salen, y el ser humano tiene mucho orgullo. Cuando lo vencemos, ganamos la batalla.
cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas