Comienza un nuevo día y depende de nuestra actitud si se convertirá en un día maravilloso o en uno de horror, uno de esos días en los que piensas que hubiera sido mejor no levantarse de la cama.
Para que esto último no ocurra, hablemos de que debemos hacer para que sea un buen día::
1.- Para levantarse de la cama con una actitud positiva hacia los demás.
El sueño tras la llamada del despertador, para la mayoría de los mortales, es un estímulo depresor que poco a poco va desapareciendo a medida que vamos despertando.
El cuerpo necesita al menos media hora para activarse de nuevo y estar lúcido.
Dediquemos esa media hora a las rutinas mañaneras (ducharse, desayunar, etc.)
Cuando terminemos, nuestro cuerpo ya ha despertado y es el momento de conversar con quien viva con nosotros. Antes supondría un gran esfuerzo y seguramente nos pondríamos de mal humor ante la petición de otra persona o ante preguntas que no estamos en disposición de responder o de analizar recién despertados.
Media hora después ya podremos interactuar correctamente. Esto también es un truco para comenzar la jornada de buen humor y no disgustado por la primera discusión del día. Démonos un tiempo de reacción e informemos a los demás de la necesidad de tomártelo, así no habrá exigencias ni preguntas ni peticiones de buena mañana.
Si somos de los que no pueden hablar recién levantados, digan que están en "no disponibles" por un rato, que no pregunten nada ni intenten conversar y verán como mejoran las relaciones.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas