¿Alguna vez nos preguntamos por qué nuestro corazón late más rápido y nuestra respiración se acelera cuando estamos asustado?
La reacción del cuerpo ante el miedo nos hace resistir o huir. Y la gente ha tenido esta sensación desde todos los tiempos.
Ésta es la manera en que funciona. Imaginemos que somos un hombre o una mujer de las cavernas de hace cien mil años y nos encontramos cara a cara con un tigre hambriento y de dientes filosos. (Actualmente la persona que nos intimida o la situación que nos asusta)
Tenemos dos opciones:
1) Salir corriendo (huir) o
2) tomar el garrote y luchar contra el tigre (resistir).
Tenemos una tercera opción (dejarnos comer), ¡pero no parece una opción muy inteligente!
A fin de prepararse para huir o resistir, nuestro cuerpo realiza una serie de pasos en forma automática. De esta manera, estará preparado para una acción rápida o un escape rápido.
Los latidos aumentan para bombear más sangre a los músculos y el cerebro. Los pulmones toman aire más rápidamente para proporcionar oxígeno a tu cuerpo. Las pupilas de los ojos se agrandan para que podamos ver mejor. Y nuestros sistemas digestivo y urinario comienzan a trabajar más despacio para que podamos concentrarnos en cosas más importantes. Además, descarga cortisol y adrenalina, que nos hacen estar más alertas ante el peligro, pero también son las hormonas del estrés.
La reacción del cuerpo ante el miedo nos hace resistir o huir. Y la gente ha tenido esta sensación desde todos los tiempos.
Ésta es la manera en que funciona. Imaginemos que somos un hombre o una mujer de las cavernas de hace cien mil años y nos encontramos cara a cara con un tigre hambriento y de dientes filosos. (Actualmente la persona que nos intimida o la situación que nos asusta)
Tenemos dos opciones:
1) Salir corriendo (huir) o
2) tomar el garrote y luchar contra el tigre (resistir).
Tenemos una tercera opción (dejarnos comer), ¡pero no parece una opción muy inteligente!
A fin de prepararse para huir o resistir, nuestro cuerpo realiza una serie de pasos en forma automática. De esta manera, estará preparado para una acción rápida o un escape rápido.
Los latidos aumentan para bombear más sangre a los músculos y el cerebro. Los pulmones toman aire más rápidamente para proporcionar oxígeno a tu cuerpo. Las pupilas de los ojos se agrandan para que podamos ver mejor. Y nuestros sistemas digestivo y urinario comienzan a trabajar más despacio para que podamos concentrarnos en cosas más importantes. Además, descarga cortisol y adrenalina, que nos hacen estar más alertas ante el peligro, pero también son las hormonas del estrés.
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Cariños y sonrisas