Pero, podemos incluir más cosas además de la recompensa económica: música agradable, pensar en cosas positivas, tener éxito en una tarea, leer tiras de humor divertidas y recibir un regalo son otros acontecimientos vitales que aumentan el afecto positivo.
Cuando estamos influenciados de esta manera, tendemos a hacer más donaciones de dinero a caridad (Isen, 1970), mostramos mayor deseo de iniciar conversaciones con los demás (Bastón, et al., 1979), expresamos mayor agrado ante los demás (Veitch y Griffith, 1976) y somos más buenos con nosotros mismos (Mischel, Coates y Raskoff, 1968).
Resumiendo, sabemos que las emociones positivas aumentan nuestra tendencia a ser más sociables y por lo tanto más simpáticos y agradables a los demás.
Tratemos de tener más emociones positivas, busquémoslas, provoquémoslas
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas