Queridos mios, hoy no es un dia demasiado alegre para mi: mi papá se ha muerto y tengo que sentirme feliz porque fue un hombre maravilloso, un padre espectacular y un aquitecto fuera de serie. Pero, de todos modos quiero decirles que: "Una persona feliz no es alguien que se halla en una determinada serie de circunstancias, sino más bien alguien que adopta una determinada serie de actitudes".*En su libro titulado "Del sufrimiento a la paz", el Padre Ignacio Larrañaga nos da un sabio consejo:
"Es tiempo perdido y pura utopía el preocuparse por hacer felices a los demás si nosotros mismos no lo somos; si nuestra trastienda está llena de escombros, llamas y agonía. Hay que comenzar, pues, por uno mismo. Sólo haremos felices a los demás en la medida en que nosotros lo seamos. La única manera de amar realmente al prójimo es reconciliándonos con nosotros mismos, aceptándonos y amándonos serenamente. No debe olvidarse que el ideal bíblico se sintetiza en 'amar al prójimo como a sí mismo'. La medida es, pues, uno mismo; y cronológicamente es uno mismo antes que el prójimo. Ya constituye un altísimo ideal el llegar a preocuparse por el otro tanto como uno se preocupa por sí mismo. Hay que comenzar, pues, por uno mismo."
Quizás has tenido hasta ahora una vida muy difícil y llena de sufrimientos. Crees que esta tierra es un valle de lágrimas donde no puedes ser feliz debido a tus circunstancias. ¡Te equivocas! Dios (como quiera que nosotros lo llamemos) nos creó para ser felices; tú debes reclamar ese regalo que El te ofrece cada día.
Que tengan un precioso día, hasta mañana.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas