jueves, 24 de octubre de 2013

La pereza y la apatía.

El ser humano debe alternar de manera inteligente la acción con el descanso.
Éste ayuda a recuperar las energías que se necesitan para vivir. S ino el organismo sufre si se le tiene constantemente en ejercicio.
Pero cuando se desea el descanso exagerada y desordenadamente tenemos la
pereza. La pereza impide a unos ser conscientes y obrar adecuadamente
y es la causa de que muchos terminen sus obras sin la debida perfección.
En ocasiones, la tristeza y la depresión hacen que los esfuerzos que se precisan para obrar ordenadamente sean excesivos, cuando se sufre por una falta de energía y se esta enfermo, se necesita el descanso y nos resiste a todo lo que signifique esfuerzos.
Esto es distinto al estado mental de pereza, de apatía y de escasez de energía que se
manifiesta en la vida como falta de dirección. Es un hecho muy corriente que
una persona con energía sobresalga como alguien excepcional.
La energía surge cuando se tiene una dirección bien definida en la que utilizarla,, cuando se sabe exactamente a donde se va y se persevera en ello.  Pero cuando no se tiene un concepto claro de lo que se está tratando de realizar, salvo conservarse vivo, del interior no brota mucha energía, la vida pierde su fascinación y su interés y el subconsciente cree que vivir es una causa perdida.
Hay que buscar el sentido de la vida, que para cada uno es distinto, y sola brotará la energía
Cariños y sonrisas
Irene.

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Cariños y sonrisas