Sin embargo, este conocimiento es fundamental para lograr una cierta estabilidad emocional y el equilibrio psicológico.
El conocimiento de uno mismo presupone conocer las propias aptitudes y limitaciones, el temperamento y las principales pautas de conducta personales, las tendencias fundamentales, intereses y motivaciones, el saber leer e interpretar nuestros sentimientos, etc.
Eso y no otra cosa es conocerse a si mismo, nada complicado y al mismo tiempo tan fifícil, ya que no dedicamos el suficiente tiempo a escucharnos, a tomarnos unos minutos de silencio y ponernos atención.
Cariños y sonrisaS
irene
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Cariños y sonrisas