1.- haber incorporado los mandatos del "padre castigador".
2.-Pero, también surge otra culpa tóxica como consecuencia de una manipulación por parte del otro para conseguir algo de nosotros, el conocido “chantaje emocional”.
Es importante mencionar que para que se produzca chantaje emocional tiene que haber un lazo afectivo grande.
En la mayoría de los casos es difícil reconocerlo, sin embargo, es común que a pesar de reconocerlo, sigue siendo efectivo, ya que la persona aún a sabiendas de verse manipulada acaba cediendo para evitar ese sentimiento de culpa.
El juego está en que aquel que cede se encuentra en un círculo vicioso, ya que el chantajista siempre necesita más, siempre va a pedirle más, paradójicamente el chantajista es un ser dependiente y depende exclusivamente del chantajeado.
Pero ¿Por qué funciona? ¿Qué hay detrás de este sentimiento de malestar y sufrimiento? Iremos explorando que mecanismos hay detrás de la máquina de la culpa
3.-Dentro de este tipo de culpa “tóxica” hay otra variante que se manifiesta cuando hay una ruptura, puede ser cualquier tipo de relación; amistad, de familia, pero el ejemplo más claro está en las relaciones de pareja.
Con frecuencia después de una ruptura el sentimiento de culpa es muy frecuente, se suele dar en ambas direcciones: culpar al otro, que nos conecta directamente con nuestra rabia por el daño y agresión recibido y; culparnos a nosotros.
¿Y qué ocurre cuando nos culpamos a nosotros?
De eso hablaremos mañana; cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas