Unas cuantas veces hemos hablado que ya hay varios países, por ejemplo Inglaterra, que estudian la manera de medir el estado emocional de sus ciudadanos, es decir la felicidad de sus habitantes.
Este artículo de hoy, apareció en el Diario LA NACION del Martes 28 de diciembre de 2010, Publicado en edición impresa.
"Unos meses atrás, un sociólogo europeo afirmó en una entrevista que los publicitarios descubren las nuevas tendencias sociales antes que los científicos.Y actualmente, el tema del bienestar, se acentuó en los últimos tiempos y ahora entra en los programas de los gobiernos.
Intentar medir el grado de satisfacción y felicidad de los ciudadanos es una tarea ímproba, porque el concepto es subjetivo y las condiciones para ser feliz no son las mismas para todos.
No faltan tampoco los que son más felices comparativamente, es decir, si a otras con las que no simpatizan les va mal o menos bien. De todos modos, la iniciativa de los gobernantes revela una mayor preocupación por la vida de los gobernados. Brasil y Gran Bretaña suscribieron la idea, y Francia estudia la forma de adoptarla. Canadá también figura en la lista de interesados.
En Brasil, el Parlamento debe votar si el derecho a la felicidad debe ser comprendido en la Constitución, lo que no significa que, de ser aprobada la enmienda, los ciudadanos puedan exigir al Estado algo específico que les permita ser felices. Representa, si, el derecho a la búsqueda de la felicidad a través de la educación, la salud, la alimentación, el trabajo y la vivienda, valores que convergen en ese objetivo.
En Gran Bretaña, el primer ministro Cameron acaba de proponer la medición del grado de felicidad de los británicos. El gobierno quiere saber si le encuentran sentido a la vida, si están satisfechos; en suma, si lo están pasando relativamente bien. El objetivo es obtener datos actuales acerca del bienestar físico y psicológico de los ciudadanos.
No es nada sencillo de medir!
Las autoridades británicas ya trazaron algunos parámetros:
Son estos, entre otros: "¿El hecho de que haya tantas cámaras de vigilancia en las calles le mejora el humor? ¿Le gustan su familia y los vecinos? ¿Qué nivel de endeudamiento tiene y a quién culpa? ¿Qué siente cuando se le descompone el teléfono y su pedido de reparación es transferido a un call center que está en la India?".
Pero es difícil medir la felicidad, quizá porque consiste en cosas demasiado sencillas. Una enseñanza en tal sentido la brinda Cándido, el protagonista de la novela homónima de Voltaire, quien después de una búsqueda intensa que lo expuso a miles de peligros y desengaños, terminó procurando el sosiego en el cuidado de su jardín. ¿Habrá que ser lo más parecido a un jardinero para ser feliz?"
Lo que rescato del artículo es el hecho del interés que están poniendo los políticos en el tema, quiere decir que cada vez hay más gente interesada! aunque para ellos todavían sean solo parámetros cuantificables (además de nosotros) en el tema de la felicidad.
Que tengan un precioso día, que sea placentero y alegre.
cariños y sonrisas
Irene
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Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas