jueves, 10 de febrero de 2011

¿Quiénes son felices?

Buenas noches! No estoy muy coherente con mis horarios. Es que estoy de vacaciones "a medias" y entonces, mis horarios están "levemente" alterados".
Hoy encontré esta frase que me pareció buenísima: "Quienes no expresan sus sentimientos y se los guardan suelen estar menos contentos que quienes son expresivos". Por lo tanto, hay que ser expresivos: demostrar cuando uno está contento, decirlo y compartirlo!
El artículo de  Rafael Arraiz Lucca, en el diario  venezolano "El nacional" del  Domingo 13 de Septiembre de 2009  que "los estudios señalan que es importante creer en uno mismo, pero también indican que no demasiado. La frontera entre la autoestima y la autosuficiencia es delgada. Como todo en la vida: la plenitud está en el equilibrio. Esto se junta con otro hallazgo estadístico: quienes afrontan los problemas acompañados y asesorados tienen más posibilidades de resolverlos que quienes batallan solos.
Así como las investigaciones señalan que las familias con rutinas domésticas son 5% más felices que las desordenadas y que la actitud sobreprotectora de los padres hacia los hijos no resuelve ninguno de los temores que la provoca y, por el contrario, instaura otros de ardua resolución.
Varios trabajos señalan que hay gente que ha obtenido lo que quiere, pero no lo reconoce y, en consecuencia, no experimenta ninguna satisfacción. Estas personas crean a su alrededor una imagen incomprensible para los demás que termina por sembrar animadversión en su contra. Experimentar alegría y satisfacción, cuando hay razones para ello, y expresarlas, es necesario.
Otro estudio señala que un aspecto central de la felicidad es el compromiso con lo que uno dice que hará. Concentrarse en las tareas a las que se comprometió es fundamental.
Igualmente, reírse todos los días es necesario, así como cultivar el humor, pues los estudios revelan que la felicidad está estrechamente vinculada con éste, lo que no deja de ser un tema álgido porque sin inteligencia no hay humor.
Comunicar lo que a uno le pasa y siente es básico. Quienes no expresan sus sentimientos y se los guardan suelen estar menos contentos que quienes son expresivos, señalan. Uno de los estudios citados, afirma: "Las personas que tienden a ser socialmente abiertas evalúan su satisfacción general en la vida 24% por encima que aquellas que no".
Los estudios de Glass y Jolly arrojaron estadísticas muy claras sobre las bondades de la amabilidad. Ser accesible, grato, cortés, cariñoso con los demás es fuente permanente de satisfacción. En los estudios nadie ubicó a un antipático como una persona feliz.
Por el contrario, todas las investigaciones señalaron el poder mágico de la música como fuente de alegría, de encuentro y de recuerdos gratos.
Terminar lo que se inició.  Hacerlo bien hecho y amar lo que se hace, son fuentes de satisfacción. Dicen Furnham y Cheng: "Investigaciones con adultos han revelado que la tendencia a ser disciplinado, pausado y concienzudo tiene 18% de efecto positivo en la felicidad".
Ejercitar la mente, la memoria y la imaginación puede acercarnos a formas de felicidad cotidiana y, afirman, nos alejan de algunos de los elementos más nocivos para la satisfacción: el aburrimiento, la abulia, el desinterés.
Un estudio de Pegalis determinó que las personas serviciales, que ayudan a los demás, se sienten 11% mejor que las personas indiferentes, desatentas. Otra investigación, asombrosa para muchos, fue adelantada sobre la base de 20 factores que se consultaron en una encuesta. De los 20, hubo uno que no tuvo importancia para la mayoría de los consultados: el estado financiero, la cuenta bancaria".
Vieron que lo que más se repite es compartir las emociones y también los problemas. Hable, compartan, rían, que eso nos hace más felices.
Cariños y sonrisas y hasta mañana.
Irene  

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Cariños y sonrisas