La felicidad en la política y en la publicidad

Buenos días, queridos amigos!!!  ya otras veces le he contado la importancia que se le está dando desde diversas ramas de la ciencia a la felicidad y veamos como es en la política y en la publicidad.  
Unos meses atrás, un sociólogo europeo afirmó en una entrevista que los publicitarios descubren las nuevas tendencias sociales antes que los científicos. Por ejemplo, con el bienestar, la publicidad se acentuó en los últimos tiempos y que ahora entra en los programas de seducción de los gobiernos.
Ya son varios los países que intentan medir el grado de satisfacción y felicidad de los ciudadanos. Esta iniciativa de los gobernantes revela una mayor preocupación por la vida de los gobernados. Brasil y Gran Bretaña suscribieron la idea, y Francia estudia la forma de adoptarla. Canadá también figura en la lista de interesados.
En Brasil representa el derecho a la búsqueda de la felicidad a través de la educación, la salud, la alimentación, el trabajo y la vivienda, valores que convergen en ese objetivo.
En Gran Bretaña, acaban de proponer la medición del grado de felicidad de los británicos. El gobierno quiere saber si le encuentran sentido a la vida, si están satisfechos; en suma, si lo están pasando relativamente bien. El objetivo es obtener datos actuales acerca del bienestar físico y psicológico de los ciudadanos.
También, la publicidad de las marcas comerciales ahora es decididamente más emotiva busca estar más cerca de las necesidades de sus seguidores. El bienestar, la calidad de vida, la felicidad forman parte de los recursos que usa desde hace décadas para seducirlos.
Según la retrospectiva histórica de El siglo de la publicidad (Atlántida, 2003), en los primeros años de la década del 30, el anuncio de una empresa de gas prometía, por la comodidad que representaba el uso del nuevo servicio, "Un salto del Infierno al Paraíso". ¡Nada menos que la felicidad eterna!
Pero poco después apareció el jabón Federal con uno de los concursos más populares y exitosos de la historia publicitaria. Se trataba de encontrar una llave oculta. a la que llamaban la "llave de la felicidad"en el producto. que abría una casa, que el ganador podía construir a su gusto en el lugar que quisiera.
En la actualidad, y quizá desde que Coca-Cola lanzó su famosa campaña "Destapa felicidad" (melodía de fondo de las sucesivas series, incluso de la actual que invita a "Despertar la magia"), el llamado de las grandes marcas al bienestar se ha multiplicado.
Pero es difícil medir la felicidad, quizá porque consiste en cosas demasiado sencillas. Una enseñanza en ese sentido nos brinda el protagonista de una novela del escritor y filósofo francés Voltaire, quien después de una búsqueda intensa que lo expuso a miles de peligros y desengaños, terminó logrando la felicidad en el cuidado de su jardín. ¿Habrá que ser lo más parecido a un jardinero para ser feliz? Que cada uno se conteste a si mismo esta pregunta...
Hasta mañana, cariños y sonrisas
Irene