martes, 22 de octubre de 2013

La ira.

La ira  produce muchos estragos dentro de uno y, por ello, en el propio entorno. Puede manifestarse exteriormente o sólo permanecer en el interior. Si se saca afuera existe la posibilidad de que las demás personas se enojen también y se produzca una pelea.. Existen diferencias familiares, entre comunidades, barrios, pueblos y, al final, el ego y la ignorancia hacen estallar guerras entre las naciones o en todo el mundo.
Se puede comparar la ira con una caja de sorpresas, una caja con un
muñeco En estos juguetes al tocar ligeramente la tapa el pequeño muñeco salta. Si no hay muñeco se puede golpearl hasta con un martillo que no saltará nada porque no hay nada.. No importa quien sea el que provoca, sólo puede salir lo que hay dentro.
Lo que molesta pone en movimiento nuestra irritabilidad y esta aparece con una excitación nerviosa.
La ira surge porque de un modo u otro el ser humano se siente herido. Cuando el dolor surge el instinto natural, es infligir dolor a su vez; y hasta que esto no se comprenda se seguirá alimentando el vicio de la ira.
Pero no todo el mundo ocasiona dolor a otras personas, algunos se infligen dolor a sí mismos. Se tragan, reprimen su ira y ésta  hierve dentro. Todo ese resentimiento, preocupación y cólera se manifiesta en dolencias, falta de energía, depresión, reacciones negativas, falta de placer y falta de felicidad.
Sean felices, no se enojen
Cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas