Por ejemplo, un señor se levanta por la mañana para ir a trabajar y se levanta tarde, se sube a su auto, hay muchísimo tráfico y se queda atascado. Pasan 5, 10, minutos de la hora de una reunión que tenía prevista en el trabajo y se va diciendo a si mismo: “Vaya asco de ciudad, que asco de tráfico, con los impuestos que pagamos y nuestros políticos no hacen nada…”, a todo esto un conductor casi lo choca y se pelea con él “pero que mal educado, donde iremos a parar, que mal que está la gente…”, llega al sitio de la reunión y no encuentra estacionamiento, da un montón de vueltas y no hay manera, y se vuelve a decir a si mismo “vaya un asco de ciudad, los políticos sólo hacen que sacarnos dinero y no solucionan nada…” al final desesperado lo deja en un sitio de carga y descarga pensando que con la duración que iba a tener la reunión no pasaría nada.
Pues bien al final, llegó a su reunión muy tarde, pero esta reunión se alargó mucho y cuando fue a buscar su auto, se lo había llevado la grúa.
Fue a buscar su auto súper malhumorado y pagó la multa.
Llegó a su casa muy tarde, más malhumorado, y su mujer le dijo “Bueno, quizás deberías mirar un poco el tema del coche, porque ya es la tercera vez en el mes que la grúa se te lleva el auto!!”.
El hombre se fue a dormir hecho polvo, diciéndose a si mismo que absolutamente todo lo hacía mal, que no servía para nada y no se pudo dormir hasta las 3 de la mañana pensando “qué difícil que es la vida”.
Y esta creencia irracional se hace carne y terminamos creyendo que no servimos para nada.
Cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas