Eliminar la
dependencia emocional es posible.
Para ello es uno mismo el que debe tomar la
decisión de cambiar para tener una mejor calidad de vida.
Las personas que
sufren de apego excesivo, no disfrutan de las relaciones, se enganchan en
exceso y pierden su individualidad satisfactoria.
Hay más porcentaje
de mujeres con este problema, aunque también hay hombres que lo sufren
exactamente igual que cualquier mujer, con la desventaja de que les suele dar
más vergüenza acudir a una consulta psicológica. Sienten que su hombría está en
duda, cuando en realidad nada de eso tiene que ver, una autoestima baja puede
acarrear este problema, independientemente del sexo de la persona.
Pero, primero hay que reconocer que
hay un problema
Analicemos!!
No solo
existe la dependencia emocional en las relaciones de pareja, también se puede
dar en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. En general, es
una situación que puede establecerse en cualquier ámbito.
A continuación, hay un listado de situaciones y sentimientos para que evaluemos si sufrimos
este problema.
Una persona con apego enfermizo o que tiene dependencia
emocional se caracteriza porque:
•Necesita tanto al otro/a, sino la vida pierde total sentido.
•Su felicidad se
centra en una sola persona, no disfruta de otra cosa que no sea estar con quien
ama o aprecia.
•Dependen en exceso de los demás para estar bien o mal. Su alegría depende de cómo le tratan los demás y de lo que piensen de ella. Si se siente aceptada todo genial, pero como sienta que cae mal o que tienen mala opinión de ella, se esfuma la felicidad.
•Evitan a toda
costa llevar la contraria para evitar enfrentamientos, le invade el temor a
molestar o a ser rechazado.
•Antepone el deseo
de otros, al suyo propio, se siente como si no tuviera capacidad de decisión,
su vida la manejan.
•Le invade el miedo
a menudo, miedo a perder a esa o esas personas que tanto ama o aprecia. Ese
miedo le impide disfrutar como debería de las relaciones.
•Cae fácilmente en
los chantajes emocionales, no soportaría que por su culpa alguien se hiciera
daño. Sacrifica su felicidad para dársela a otros.
•Prefiere sufrir,
antes que dejar a la persona a la que está enganchado/a. No tiene la
fortaleza de cortar un contacto porque tampoco siente que tiene la capacidad de
salir adelante sin esa persona a la que quiere.
•El sentimiento de
culpa está a menudo con ella. Siente que es el responsable de la felicidad de
los demás, ya sea su pareja, familia, amistades, etc. Se siente con la
obligación de contentar a los demás y si no lo hace se siente culpable.
•Quiere tener el
control de la vida de la persona amada, para tener la seguridad de que no le perderá. Se
convierte en una especie de espía para seguir incluso las conversaciones que
tiene con otras personas. Se obsesiona un poco con esa persona, deja de vivir
su vida para seguir la del otro.
•La persona está tanto
en el centro de la vida, que sus amistades y demás pierden importancia para
ella. Hay tendencia de aislamiento social, sólo le apetece estar con esa
persona, y cuanto más tiempo diario mejor.
•La relación genera
ansiedad. La persona nunca está contenta porque quiere más, y sobre todo teme
que la dejen, lo cual sería una catástrofe porque no se imagina la vida sin esa
persona.
A cualquiera nos
gustaría tener a alguien especial en nuestra vida, lo que diferencia a una
persona no dependiente, es que cuando están solo/as pueden tener momentos de
melancolía, pero eso no les detiene para seguir disfrutando de otras facetas de
su vida.
La persona con dependencia emocional necesita al otro para disfrutar, no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no
es capaz de disfrutar de la vida.
Ha convertido la relación con el otro en una
necesidad para creer sentirse bien…
Pero lo bueno es que se cura
Cariños y sonrisas
Irene