domingo, 9 de octubre de 2016

COMO RECONOCER SI TENEMOS DEPENDENCIA EMOCIONAL

Eliminar la dependencia emocional es posible.
Para ello es uno mismo el que debe tomar la decisión de cambiar para tener una mejor calidad de vida.
Las personas que sufren de apego excesivo, no disfrutan de las relaciones, se enganchan en exceso y pierden su individualidad satisfactoria.
Hay más porcentaje de mujeres con este problema, aunque también hay hombres que lo sufren exactamente igual que cualquier mujer, con la desventaja de que les suele dar más vergüenza acudir a una consulta psicológica. Sienten que su hombría está en duda, cuando en realidad nada de eso tiene que ver, una autoestima baja puede acarrear este problema, independientemente del sexo de la persona.
Pero, primero hay que reconocer que hay un problema
Analicemos!!
No solo existe la dependencia emocional en las relaciones de pareja, también se puede dar en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. En general, es una situación que puede establecerse en cualquier ámbito.
A continuación, hay un listado de situaciones y sentimientos para que evaluemos si sufrimos este problema.
Una persona con apego enfermizo o que tiene dependencia emocional se caracteriza porque:
•Necesita tanto al otro/a, sino la vida pierde total sentido.
•Su felicidad se centra en una sola persona, no disfruta de otra cosa que no sea estar con quien ama o aprecia.
•Dependen en exceso de los demás para estar bien o mal. Su alegría depende de cómo le tratan los demás y de lo que piensen de ella. Si se siente aceptada todo genial, pero como sienta que cae mal o que tienen mala opinión de ella, se esfuma la felicidad.
•Evitan a toda costa llevar la contraria para evitar enfrentamientos, le invade el temor a molestar o a ser rechazado.
•Antepone el deseo de otros, al suyo propio, se siente como si no tuviera capacidad de decisión, su vida la manejan.
•Le invade el miedo a menudo, miedo a perder a esa o esas personas que tanto ama o aprecia. Ese miedo le impide disfrutar como debería de las relaciones.
•Cae fácilmente en los chantajes emocionales, no soportaría que por su culpa alguien se hiciera daño. Sacrifica su felicidad para dársela a otros.
•Prefiere sufrir, antes que dejar a la persona a la que está enganchado/a. No tiene la fortaleza de cortar un contacto porque tampoco siente que tiene la capacidad de salir adelante sin esa persona a la que quiere.
•El sentimiento de culpa está a menudo con ella. Siente que es el responsable de la felicidad de los demás, ya sea su pareja, familia, amistades, etc. Se siente con la obligación de contentar a los demás y si no lo hace se siente culpable.
•Quiere tener el control de la vida de la persona amada, para tener la seguridad de que no le perderá. Se convierte en una especie de espía para seguir incluso las conversaciones que tiene con otras personas. Se obsesiona un poco con esa persona, deja de vivir su vida para seguir la del otro.
•La persona está tanto en el centro de la vida, que sus amistades y demás pierden importancia para ella. Hay tendencia de aislamiento social, sólo le apetece estar con esa persona, y cuanto más tiempo diario mejor.
•La relación genera ansiedad. La persona nunca está contenta porque quiere más, y sobre todo teme que la dejen, lo cual sería una catástrofe porque no se imagina la vida sin esa persona.
A cualquiera nos gustaría tener a alguien especial en nuestra vida, lo que diferencia a una persona no dependiente, es que cuando están solo/as pueden tener momentos de melancolía, pero eso no les detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida.
La persona con dependencia emocional necesita al otro para disfrutar, no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz de disfrutar de la vida.
Ha convertido la relación con el otro en una necesidad para creer sentirse bien… 
Pero lo bueno es que se cura
Cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas