Además, registrar nuestros pensamientos puede permitirnos dar un paso atrás, tomar distancia y evaluar los patrones de nuestros pensamientos.
Anotemos nuestros pensamientos y sentimientos, y tratemos de identificar cualquier desencadenante que cause pensamientos positivos o negativos.
Tomarnos unos minutos para seguir el patrón de pensamientos al final de cada día puede ser una forma valiosa de identificar nuestros pensamientos negativos y elaborar un plan para convertirlos en positivos.
Nuestro diario puede tener el formato que deseemos: cuaderno, libretita, agenda, etc
Si no queremos escribir párrafos reflexivos y largos, podemos elaborar una lista de los cinco pensamientos negativos y positivos más frecuentes que tuvimos ese día.
Asegurémonos de darnos el tiempo y la oportunidad para evaluar la información del diario y reflexionar sobre ella.
Si escribimos todos los días, podemos reflexionar al final de cada semana y nos ayudará a identificar y combatir los pensamientos negativos
Nosotros, todos, tenemos pensamientos negativos automáticos.
Para cambiar esos pensamientos que evitan que tengamos una visión positiva, tendremos que estar más consciente de nuestros pensamientos
Cuando los reconozcamos, podremos desafiarlos y hacer que se vayan de nuestra mente.
Un ejemplo de pensamiento negativo automático es cuando escuchamos que pronto tendremos que dar un examen de cualquier tipo y pensamos “Es probable que me vaya mal”.
El pensamiento es automático porque es nuestra reacción inicial al escuchar que tendremos un examen.
Hay que combatir estos pensamientos y seremos más felices
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