Ambas opciones no nos liberarán del dolor, no nos permitirán dejar ir.
Al tomar venganza, uno podría notar un alivio a corto plazo del dolor, pero al final nos daremos cuenta de que no contribuyó en absoluto al proceso de dejar ir.
El vengador no se siente mejor en absoluto, pero hay la percepción de que él o ella se ha inclinado al nivel del agresor.
Por otro lado, llevar la carga con nosotros lo único que hace es seguir lastimándonos y como decía ayer, para no seguir revolviendo el cuchillo en la herida.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas