viernes, 29 de diciembre de 2017

LAS EMOCIONES REPRIMIDADES SE TRANSFORMAN EN PROBLEMAS EN PROBLEMAS PSICOSOMÁTICOS


Mente y cuerpo forman una unidad, por lo que no es extraño que las emociones y sentimientos reprimidos terminen expresándose a través de problemas psicosomáticos.
Un estudio muy interesante realizado en la Universidad de Aalto reveló cómo impactan las diferentes emociones en nuestro cuerpo, generando reacciones diversas.
La ira contenida, por ejemplo, se ha asociado con el doble de riesgo de sufrir un infarto, lo cual no es extraño ya se puede apreciar que las manifestaciones de la ira se concentran en la parte superior del cuerpo.
También se conoce que el estrés dispara la producción de cortisol, una hormona que genera procesos inflamatorios muy dañinos para las células de nuestro organismo y que se encuentran en la base de enfermedades tan graves como el cáncer.

De hecho, un estudio clásico realizado en la Universidad de Stanford desveló que las personas con tendencia a reprimir sus emociones, catalogadas como "personalidades represoras", reaccionan con una activación fisiológica mayor ante las situaciones desafiantes que las personas que padecen ansiedad.

En sentido general, las personas con tendencia a silenciar sus sentimientos tienen un mayor riesgo de que estos salgan a la luz bajo la forma de síntomas psicosomáticos, que van desde las tensiones musculares y el dolor de cabeza hasta problemas gastrointestinales, dermatológicos o enfermedades aún más graves y complejas.
La calma del represor tiende a pasarle una gran factura a la salud.
Cariños y sonrisas
Irene


 

 

 

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Cariños y sonrisas