lunes, 6 de septiembre de 2010

tomar consciencia: ser responsables

Un conocido maestro espiritual, Andrew Cohen, nos dice que existen ciertos preceptos para tomar consciencia de nuestra vida y nuestros actos para lograr una mayor libertad y responsabilidad de nuestros actos, lo que nos haría más bondadosos y amables con el prójimo, llegando así a un estado de bienestar psicológico, de mayor felicidad.
El primer precepto, Claridad de Intención, sostiene que para lograr liberarnos del miedo, la ignorancia y el auto engaño debemos querer ser libres ahora más que cualquier otra cosa.
No tener dudas significa estar comprometidos emocionalmente. Esto significa que aun bajo la presión en estados emocionales desafiantes como miedo, confusión, frustración o deseo no dudamos de cuál es la meta.
Este precepto es muy sencillo pero sus implicaciones son enormes y profundas. Convertirnos en seres liberados, confiables, fuertes, íntegros y completos requiere un enorme salto
El Segundo precepto, la Ley de Volición, nos dice que si realmente queremos ser libres debemos estar dispuestos a aceptar la responsabilidad por todo aquello que hacemos y por las consecuencias de todas nuestras experiencias pasadas. Se basa en el descubrimiento de que todos sabemos exactamente lo que hacemos. Entonces, como queremos ser libres más que cualquier otra cosa tomamos la decisión consciente de dejar de ser víctimas. Si no podemos tomar responsabilidad por el hecho de que hemos sido heridos o traumatizados en el pasado, es inevitable que de alguna manera terminemos hiriendo o traumatizando a otros. ? Por qué? Porque nos sentimos “victimizados”, sentimos que “no pudimos evitarlo”. Cuando renunciamos al lugar de victima internamente la tendencia a actuar con ignorancia y egoísmo de maneras que causen daño a otras personas disminuirá radicalmente. Si realmente queremos ser libres el segundo principio es un giro fundamental.
El tercer precepto es Afrontar Todo, No Evitar Nada.
La mayoría de nosotros no parece aprender mucho de nuestras propias experiencias. No cambiamos mucho y la razón es muy simple: no prestamos real atención a las experiencias que estamos viviendo, por lo menos no en un nivel profundo. ?Que estamos haciendo realmente en la vida, aquí, ahora, en este mundo? ?En las relaciones, en la forma como usamos nuestro tiempo? ?Que tan conscientes somos de lo que realmente estamos haciendo? En general no somos conscientes para nada y debido a que somos como “extraños para nosotros mismos” actuamos con impulsos inconscientes produciendo estragos en todo nuestro entorno. Solamente prestando mucha atención podemos llevar la conciencia hasta los rincones más obscuros de nuestra psique".
Si empezamos a prestar atención a todo lo que hacemos, porque queremos ser verdaderamente libres, empezaremos a tomar las decisiones correctas y dejaremos atrás las incorrectas. Y si realmente logramos afrontar todo seremos menos egoístas y así dejaremos de causar daño a otros. Creo que es muy difícil tomar consciencia y hacerse responsable de todos los actos de la vida. Es más fácil decir que se sufre o se goza por las actitudes de otras personas. pero, en realidad, nadie puede obligarnos a pensar o a sentir de determinada manera. Si nos influye es porque nosotros dejamos que sea así. Piénsenlo!!!
Hasta mañana, que duerman bien y tengan lindos sueños, que como en sus pensamientos, nadie mas que ustedes se puede meter.
Cariños y sonrisas
Irene

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