Esto se consigue enfrentado el "padre crítico negativo" que todos tenemos dentro de cada uno de nosotros, ese que permanece oculto, escondido, que nos susurra sin que nos demos cuenta como nos tenemos que sentir.
Hay que enfrentarlo con nuestro adulto. En ese momento nuestro adulto toma las riendas y le pone en su sitio.
Paralelamente es muy importante que las emociones que van unidas a esos pensamientos se trabajen a través de nuestro niño interno, aquel que siente el miedo, la rabia o la tristeza, empieza entonces una relación de afecto y protección hacía nuestro niño.
Hay mucho camino que recorrer, el sentimiento de culpa esta muy arraigado en nosotros porque su origen es muy temprano, éramos demasiado pequeños e indefensos para enfrentarnos a esos “guardianes controladores, que es nuestro "super yo"que representa los pensamientos morales y éticos adquiridos y aprendidos por la cultura. Es nuestra consciencia moral y refiere a la capacidad de la autoevaluación, la crítica y el reproche.
Pero ahora somos adultos, con poder y con armas para acabar definitivamente con aquellos guardianes que nos quieren arruinar la maravillosa experiencia de ser quienes somos y de vivir como deseamos vivir.Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas