En el transcurso de nuestra vida experimentamos sentimientos nocivos que quedan latentes en la memoria vital.
Hay personas que viven arrastrando mochilas llenas de peso: trabajos que no les satisfacen, relaciones que no les aportan nada, hábitos que no les gustan…
La consecuencia es un lastre de rencores, aflicciones, miedos y conflictos pero, ¿podemos hacer algo por nuestra higiene emocional?
Para superar todos estos lastres es preciso tomar cierto control sobre la situación, pensar en positivo y tratar de cambiarlas, focalizar los pensamientos positivos y controlar los negativos.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas